El nuevo tratado START de reducción de armas nucleares con Rusia parece haber superado el último obstáculo que impedía su ratificación por el Senado, después de una semana de debates en las que los republicanos amenazaron con rechazarlo.
Los demócratas lograron reunir los 67 votos que necesitan para aprobar el acuerdo después que ninguno de sus senadores (58) cambió de parecer, y nueve republicanos hicieron pública su intención de votar a favor del tratado.
Entre los senadores republicanos que dijeron que ratificarán el acuerdo cuando definitivamente sea sometido a votación probablemente el miércoles, están Lamar Alexander, Johnny Isakson y Bob Bennet.
Alexander dijo que apoyaba el START porque deja a EE.UU. “con suficientes cabezas nucleares” para defenderse de un eventual ataque, además de que el presidente Barack Obama se comprometió a destinar 85 mil millones de dólares en 10 años para modernizar la infraestructura nuclear del país.
Los legisladores se sumaron a otros seis republicanos que ya habían dado su aprobación al START: Richard Lugar, Susan Collins, Olympia Snowe, George Voinovich, Scott Brown y Bob Corker.
El tratado, que reemplaza a otro firmado en 1991 que expiró el pasado 5 de diciembre, limita a 1.550 el número de cabezas nucleares en cada uno de los dos países por un plazo de siete años.
Eso significa un cantidad 30 por ciento inferior a la fijado por el tratado de Moscú de 2002, sin contar con que el nuevo acuerdo establece verificaciones mutuas más transparentes.
La ratificación del START representaría un importante triunfo político para el presidente Obama, que suscribió el acuerdo el 9 de abril último en Praga con el mandatario ruso, Dimitri Medvedev.