Una poderosa tormenta invernal, la más intensa que en décadas azota la zona central y norte de EE.UU., obligó a permanecer en sus hogares a cientos de miles de personas, tapizó de nieve carreteras y aeropuertos, y paralizó gran parte del transporte aéreo y terrestre en muchas ciudades del país.
La tormenta afecta en total a más de 30 estados, pero el panorama era especialmente crudo a lo largo y ancho de un corredor que desde el sur se extiende desde Texas hasta Maine (en el extremo noreste) y por el norte desde Chicago hasta Nueva York, donde cientos de automovilistas quedaron varados y las escuelas estuvieron cerradas.
El presidente Barack Obama dio instrucciones al Departamento de Seguridad Nacional y la agencia para el manejo de emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) para que estén al tanto de las necesidades y situaciones que origine la intensa helada.
FEMA ya movilizó a 13 estados del país personal y recursos, entre ellos agua, comidas, mantas, catres, generadores y otros artículos esenciales, listos para su entrega inmediata a la población en caso de que sea necesario.
En Chicago se registraron vientos de hasta 64 kilómetros por hora y cayeron más de 17 pulgadas de nieve. En Missouri fueron unas 18 pulgadas, y en Indiana, el sureste de Kansas, Oklahoma, y el estado de Nueva York alrededor de un pie. Entre tanto, en Boston se temía que la nieve alcanzara pie y medio.
Por primera vez en años, la célebre ruta Lake Shore Drive en Chicago tuvo que ser cerrada, y en el estado de Missouri sucedió lo mismo con una importante autopista que conecta San Luis y Kansas City.
En la ciudad de Nueva York, cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad y el transporte estaba interrumpido por el mal tiempo. Los trenes funcionaron pero mucha gente no pudo no salir de sus casas.
Más de 300 mil hogares y negocios amanecieron sin energía entre Ohio y Texas, y lo mismo les sucedió a unos 50 mil en Nueva Jersey y Pennsylvania.
Muchas oficinas del gobierno cancelaron sus actividades, y miles de pasajeros se quedaron varados en numerosos aeropuertos del país después de que las principales aerolíneas suspendieron más de cinco mil vuelos.
El servicio meteorológico nacional alertó de tornados y tormentas violentas en la franja al sur de la zona de fuertes nevadas, en Luisiana y Mississippi, e informó que a la tormenta invernal seguirá una ola polar con temperaturas por debajo de cero grados.