La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, dijo este martes que "en los próximos días" se tomarán "medidas suplementarias" contra el gobierno sirio en respuesta a la represión desatada por las fuerzas armadas en ese país contra las revueltas populares.
Clinton y la jefa de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, declararon a la prensa que Washington y Bruselas están revisando las nuevas sanciones que se aplicarán a Damasco y aseguraron que actuarán con rapidez.
"Vamos a tomar medidas adicionales en los próximos días", dijo Clinton luego de reunirse con Ashton en el Departamento de Estado, en Washington.
Estados Unidos y la UE ya han impuesto sanciones contra personeros del régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, pero hasta ahora no se ha adoptado ninguna específicamente contra el propio mandatario.
“El presidente Assad habla de reformas, pero su brutal represión muestra sus verdaderas intenciones", dijo Clinton.
Clinton y Ashton dijeron a la prensa estar cada vez más alarmadas por los reportes difundidos esta semana que dan cuenta de un creciente número de víctimas en choques entre las fuerzas de seguridad sirias y manifestantes.
Ashton indicó que ei el gobierno sirio quiere ver algún tipo de cambio, tiene que ser ahora. "Necesitamos considerar todas las opciones y creo que habrá una serie de acciones en las próximas horas y días", dijo.
Mientras tanto, la oposición siria hizo un llamado en Damasco a una huelga general en desafío al régimen de Bashar al-Assad.
Un comunicado publicado en Facebook llamó a hacer "de este miércoles un viernes (día habitual de las manifestaciones), con protestas masivas, sin escuela, sin universidad, sin comercios ni restaurantes abiertos y ni siquiera taxis".
El activista de derechos humanos Mustafá Osso informó que fuerzas de seguridad disolvieron por la fuerza una manifestación de unos 2.000 estudiantes contra el régimen en Aleppo, la ciudad más grande del país, y que hubo decenas de heridos.
Según denuncias de organizaciones no gubernamentales, desde que comenzaron las protestas, la represión gubernamental ha provocado más de 800 muertos y al menos 8.000 arrestos.
