Ocho civiles perdieron la vida a manos de las fuerzas de seguridad sirias en la occidental ciudad de Talkalakh, cerca de la frontera con Líbano, después que cientos de personas huyeran hacia la vecina nación árabe para escapar a la sangrienta represión contra las protestas antigubernamentales.
Siria desplegó más tanques alrededor de las aldeas cerca de la frontera entre el Líbano y la conflictiva ciudad de Daraa.
La violencia en Siria ya se había extendido a Líbano cuando una mujer murió por disparos en un cruce fronterizo, según indicaron funcionarios de seguridad libaneses quienes dijeron que el tiroteo en el cruce de al-Bekayaa dejó cinco heridos más, incluyendo un soldado libanés.
El éxodo hacia el Líbano alcanzó su punto máximo en los últimos tres días, cuando el gobierno sirio intensificó sus fuerzas en la ciudad occidental.
Más de 5.000 civiles han huido de Siria en Líbano desde que los manifestantes comenzaron a pedir la renuncia del presidente Bashar al-Assad, a mediados de marzo.
Las autoridades justifican el asedio militar con el argumento de que la ciudad está llena de extremistas que pretenden el establecimiento de un estado islámico, señala Associated Press.
La Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria dice que la violencia en los pueblos del sur de Inkhil y Jassem ha matado al menos a 34 personas en los últimos cinco días. Los residentes informaron de la presencia de tanques patrullando en la ciudad de Arida, cerca de la frontera libanesa, y Inkhil, cerca de Daraa.
Los arrestos continúan en varias partes de Siria, pero que varios importantes políticos y activistas que estaban detenidos han sido liberados.
La represión gubernamental ha dejado poco más de 850 muertos desde mediados de marzo, dijeron grupos de derechos humanos.
