Estados Unidos anunció el lunes la imposición de derechos compensatorios a las importaciones de algunos productos de acero de México, alegando que este país subsidió injustamente a su industria local, informó el Departamento de Comercio.
La decisión tiene lugar dos meses después de que el presidente Donald Trump acordara levantar los aranceles al acero y al aluminio de México y Canadá, en momentos en que los tres países buscan ratificar el T-MEC, el nuevo acuerdo de libre comercio de América del Norte que debe reemplazar al TLCAN.
El Departamento de Comercio determinó que el acero importado utilizado en la construcción se beneficiaba de subsidios en México y Canadá, pero en el caso de Canadá los subsidios eran insignificantes, por lo que no se impusieron derechos de represalia.
La investigación preliminar también concluyó que China estaba subsidiando a su industria local, por lo que también le aplicará derechos aduaneros compensatorios.
Según la pesquisa del Departamento de Comercio, los exportadores de acero estructural recibieron subsidios del 30,30% al 177,43% en China, y de hasta el 74% en México.
En base a estos hallazgos provisionales, Estados Unidos comenzará a cobrar impuestos adicionales sobre las importaciones de China y México. Éstas representan ventas de 897,5 millones de dólares para China, y de 622,4 millones para México.
El gobierno de Trump tomó esta medida en respuesta a una demanda presentada en febrero por los productores de acero de Estados Unidos, pero podría revocarse.
La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, USITC por sus siglas en inglés, una agencia federal independiente, a veces bloquea las acciones del Departamento de Comercio si encuentra que las empresas estadounidenses no fueron perjudicadas por los subsidios. La USITC debe dar su opinión antes del 2 de enero de 2020.
Citando supuestas amenazas a la seguridad nacional, Trump anunció el año pasado aranceles globales de 25% para el acero y de 10% para el aluminio, pero en mayo acordó levantarlos para sus socios comerciales México y Canadá.
Trump considera que los aranceles han dado nueva vida a la moribunda industria siderúrgica estadounidense, pero ésta no se ha recuperado: la producción se detuvo en los altos hornos el mes pasado y el empleo en general disminuyó en las fábricas y fundiciones.