Un solicitante de asilo habría sido asaltado sexualmente en una habitación en la sede de las autoridades migratorias en Nueva York. Así lo sostiene una demanda interpuesta contra un exguardia que había sido contratado por una contratista para el servicio de protección federal. Él presunto agresor supuestamente vestía uniforme y tenía un arma en la cintura. Este activista busca apoyar al denunciante.

“Queremos asegurarnos de que la víctima reciba el apoyo que necesita, incluida ayuda de salud mental y los servicios que necesita en este momento para superar algo tan dramático como esto”, dijo Murad Awawdeh, director ejecutivo de New York Immigration Coalition.

Más de 70.000 migrantes han llegado a la ciudad de Nueva York durante los últimos meses, muchos en busca de asilo. Pero la barrera del idioma y la falta de asesoría legal los hace más vulnerables.

De ser hallado culpable el exguardia, quien se encuentra en libertad bajo fianza, podría enfrentar una sentencia máxima de cadena perpetua. Ángela González, Voz de América, Nueva York.