El gobierno de Cuba rechazó la solicitud que el ex gobernador del estado de Nuevo México, Bill Richardson, presentó para reunirse con Alan Gross, el contratista estadounidense encarcelado en la isla desde el 2009.
Sin embargo, el político estadounidense mantuvo su decisión de no irse de la isla antes de ser autorizado a visitar al contratista de Estados Unidos encarcelado en Cuba.
"Yo no me voy de Cuba sin cumplir con mi promesa a la esposa de Alan Gross, el es un hombre enfermo, esta deprimido, mi razón es humanitaria", dijo Richardson, el viernes en una rueda de prensa.
“El gobernador Richardson continúa en Cuba, sabemos que se reunió con el canciller cubano. No pudo ver a nadie que se apellide Castro y tampoco pudo ver a Allan Gross, cosa que lamentamos”, señaló Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado.
El ex gobernador Richardson viajó a título personal en Cuba, en lo que ahora parece ser un frustrado nuevo intento de conseguir la liberación del contratista estadounidense Alan Gross, de 62 años, quien cumple 15 años de prisión en la isla.
En declaraciones a The Associated Press, Richardson dijo que "mi misión aquí como ciudadano privado es asegurar la liberación de Alan Gross, un rehén estadounidense”. Sin embargo, aclaró que “he sido informado por el gobierno cubano que no se me permitiría ver a Alan Gross durante mi visita".
Pese a la negativa del gobierno cubano, el ex gobernador y ex diplomático estadounidense, dijo que permanecerá en Cuba hasta que le permitan visitar a Gross en el hospital militar donde está detenido. "Le prometí a su esposa, Judy, que lo vería", dijo el gobernador.
Tras el anuncio de Richardson, de que extendería su permanencia más allá de este sábado 10 de septiembre de 2011, cuando tenía programado regresar a Estados Unidos, el gobierno cubano no hizo comentarios inmediatos. Según el abogado de Gross, el viaje de Richardson se concretó por invitación del gobierno cubano.