El gobierno de Cuba presentó el miércoles una resolución que presenta desde hace 27 años para exigir a Estados Unidos que ponga fin al embargo comercial que aplica a la isla desde hace más de medio siglo y que culpa de sus graves problemas económicos.
El proyecto de resolución "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba", no es vinculante y ha sido apoyada por años por la mayoría de las naciones.
Hasta el momento de redactar esta nota no habían intervenido representantes de Estados Unidos ni de Cuba.
La sesión continuará el viernes, el mismo día que John Bolton, el asesor de seguridad nacional del presidente de EE.UU., Donald Trump, pronunciará un discurso en Miami sobre la política hacia Latinoamérica, y en el cual se espera que se refiera especialmente a Cuba y Venezuela.
Trump ha revertido partes de la distensión iniciada por el presidente Barack Obama en 2014 con Cuba, endureciendo las reglas sobre los estadounidenses que viajan a la isla y restringiendo a las compañías estadounidenses de hacer negocios allí. Pero Trump ha mantenido las relaciones diplomáticas restablecidas bajo Obama con el antiguo enemigo de la Guerra Fría.
El mes pasado, Trump vinculó el colapso económico de Venezuela con "sus patrocinadores cubanos" en un discurso ante las Naciones Unidas, y se espera que Bolton explique este tema, dijo un funcionario de la administración a principios de mes. El gobierno de Trump planea aumentar la presión económica sobre los servicios militares y de inteligencia de Cuba, dijo el funcionario.
Este año, Estados Unidos ha presentado ocho enmiendas que llaman a Cuba a poner fin a las restricciones de la libertad de expresión y reunión y a la persecución y acoso de disidentes y le urgen a liberar a presos políticos.
El pasado año, 191 naciones votaron a favor de la resolución cubana en la ONU.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, previo a la votación se quejó ante la prensa por las ocho enmiendas propuestas por EE.UU. al proyecto de ley cubano, diciendo que fueron introducidas a última hora.
Rodríguez afirmó que el objetivo de la delegación estadounidense es "disturbar, consumir tiempo, crear confusión y dificultar la adopción de la resolución que pide el fin del bloqueo (embargo) contra Cuba".
A la vez dijo que las enmiendas estadounidenses buscan "cambiar la naturaleza de la resolución (...) con énfasis en la aplicación extraterrritorial del mismo (...) Estados Unidos quiere convertirla en una resolución que contenga ataques contra Cuba en el ámbito de los derechos humanos, lo cual es totalmente injustificado".
En 2016, por primera vez, Estados Unidos se abstuvo de votar sobre una resolución similar en Naciones Unidas. En esa oportunidad, aclaró que la decisión no significaba que estuviera de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno cubano, particularmente en derechos humanos.
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Pero el pasado año, Estados Unidos volvió a votar en contra de la resolución, en otro paso para revertir el acercamiento a La Habana anunciado en diciembre de 2014.
Apoyo de aliados de Cuba
Previo a la votación, representantes de África, el G-77 y China, del grupo de Países No Alineados, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el grupo de países asiáticos y la Comunidad Caribeña de CARICOM reiteraron sus posiciones en contra del embargo que tiene casi seis décadas.
"El embargo de larga data contra Cuba es inustificable", dijo el representante de Marruecos en un discurso a nombre del grupo de países de África. "Reiteramos el pleno apoyo a poner fin con la seguridad de que soluciones diplomáticas y políticas pueden hallarse".
Un representante de Egipto ante la ONU, a nombre del grupo G-77 y China, lamentó que la medida, el embargo "sigue vigente y se recrudece". A su vez, valoró el acercamiento hacia la isla impulsado por el expresidente Barack Obama de "paso en la dirección correcta" y de "retroceso" a la posición del actual gobierno estadounidense.
Críticos del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington a instancias de Obama, estiman que las autoridades cubanas no aprovecharon las oportunidades y flexibilizaciones de las normas en su momento y aseguran que en Cuba se continúan violando los derechos humanos y políticos.
A nombre de los Países No Alineados, un representante de Venezuela, pidió "rechazar" las enmiendas presentadas por la delegación de EE.UU.
Un representante de Bangladesh también pidió el "fin del embargo contra Cuba" a nombre de la Organización de Cooperación Islámica.
Países como Bolivia, Bielorrusia, China, México, Namibia, India, Rusia, Sudáfrica, Siria y Vietnam también exigieron el miércoles que cese la "retórica y medidas coercitivas" contra La Habana.
"Lo que necesitamos es sabiduría y valor para poner fin al embargo contra la isla", dijo el representante de Bielorrusia.
Los discursos no aludieron a las enmiendas de EE.UU., excepto para rechazarlas.