Un año ha pasado desde el memorable "estamos bien en el refugio los 33", el mensaje que tituló el rescate de los 33 mineros chilenos que quedaron atrapados en la mina de San José, en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Copiapó.
El mensaje fue recibido el domingo 22 de agosto de 2010, 17 días después de que una explosión ocurrida el 5 de agosto dejara aislados a los mineros a 700 metros de profundidad.
Hoy, un año después, las celebraciones conmemorativas se repiten por todo el país, y aunque no asistirá el presidente Piñera, la Primera Dama Cecilia Morel y el actual ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, encabezaran las ceremonias.
Las actividades comenzarán con una misa a la entrada de la mina San José. Luego los protagonistas del operativo asistirán a una ceremonia en el monumento donado por el gobierno chino, que fue emplazado a la entrada de Copiapó.
El 11 de octubre de 2010, el ministro de Laurence Golborne, anunció que la perforadora estadounidense Schramm T130había llegado por la vía Plan "B" a perforar el techo del refugio a 623 metros de profundidad. Sólo dos días después, el 13 de octubre a la medianoche se producía el primer rescate, el de Florencio Ávalos.
Imposible olvidar. Un año después todavía es posible revivir las angustiosas semanas en el campamento Esperanza, desde donde todo el mundo siguió los avances hasta que la cápsula Fénix sacó a la superficie al último de los 33 mineros que habían sobrevivido 70 días de penumbra bajo tierra.
A comienzos de octubre de 2010, incluso los rescatistas calificaron de “fantástica” la condición de los hombres atrapados.
Su aporte en las labores de rescate, removiendo residuos de las labores del Plan B, junto a la responsabilidad de manejar la vía de llegada de alimentos y agua, los mantuvieron ocupados y con objetivos diarios.
Divididos en 3 turnos de trabajo –de 8 a 4, de 4 a 12 y de 12 a 8–, los mineros comenzaban sus labores de apoyo al amplio equipo que realiza el trabajo técnico con las máquinas a 700 metros sobre sus cabezas.
A las 7:45 a.m. los 33 mineros se reunían para tomar desayuno, la primera de las 5 comidas que recibían durante el día: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas.
La vía de comunicación por la que llegaban alimentos llamada "paloma" y agua era toda su conexión con el exterior. Un grupo pequeño de mineros tenía la responsabilidad de recibir y mandar todo lo que se considere necesario por esta vía.
El ministro de Obras Públicas y en ese entonces titular de Minería, Laurence Golborne, exhortó a no olvidar esta fecha importante, aunque apuntó que, “sin embargo, también es relevante continuar trabajando en los temas que nos preocupan hoy”.
El diputado por la zona, Carlos Vilches reconoció el trabajo del gobierno y los rescatistas en la denominada Operación San Lorenzo. “Esta hazaña, porque es una verdadera hazaña, que Chile compartió con el mundo, hoy cumple 365 días. Un 13 de octubre que no vamos a olvidar jamás”.
Un año después, la pesadilla parece sólo un mal recuerdo.
Más de un centenar de portadas internacionales retrataron el rescate de los 33 mineros desde el yacimiento San José, en Chile.
Desde aquel 22 de agosto, cuando se estableció el primer contacto con los mineros enterrados, se les ha propuesto desde filmar una película, hasta participar en la maratón de Nueva York.