La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra en Bulgaria de visita oficial con la intención de estrechar los lazos económicos con ese Estado.
Acompañada por representantes de la empresa privada brasileña, la mandataria dialogará sobre las posibilidades de intercambio con el sector de alta tecnología informática, así como posibles inversiones brasileñas en Bulgaria.
Rousseff, la primera jefa de estado brasileña que visita un país balcánico, hará una escala en Gabrovo, conde nació su difunto padre y donde se entrevistará con algunos familiares.
Los días previos, Rousseff participó en la V Cumbre Brasil-Unión Europea, que se celebra en Bruselas para repasar las desventuras de la crisis económica y las posibilidades de apertura de los mercados europeos al país latinoamericano.
En su estancia, Rousseff buscó reflejar la experiencia brasileña ante la crisis de los 80, que “muestra que ajustes fiscales extremadamente recesivos sólo han empeorado el proceso de estancamiento, la pérdida de oportunidades y el desempleo”.
“Difícilmente se sale de la crisis sin aumentar el consumo y la inversión y el nivel de crecimiento de la economía", agregó en referencia a los planes de austeridad, que en cierto modo perjudican a otro de los debates centrales de la cumbre sobre la necesidad de que el desarrollo sostenible de los países emergentes no quede excluido de los debates.
Para ello, la mandataria brasileña busca ampliar el marco de posibles intercambios entre los países europeos y Brasil, en especial en el sector servicios, cuya competencia está protegida por Europa.
Rousseff advirtió también que defenderá el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, ya antes debatido, pero ante el que todavía existen recelos de Francia por competir con los productores de carne y otros diferendos en lo relativo a la industria manufacturera.
Esta cumbre servirá como caldo de cultivo para los preparativos de la ronda de Uruguay, que tendrá lugar en noviembre.
Aprovechando su presencia en Bélgica, la mandataria brasileña agradeció a este país su apoyo para la integración de Brasil en el consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente, posición para la cual todavía no cuenta con la aprobación de Estados Unidos, que bloquea su postulación por algunos desacuerdos sobre las posiciones del gobierno brasileño.
Al concluir la cumbre de dos días, Rousseff participó en la apertura del 23 Festival Cultural Europeo de Europalia, que este año homenajeará a Brasil.