Los candidatos presidenciales de Brasil celebraron el jueves su primer debate para las elecciones de octubre, pero el encarcelado expresidente, Luiz Inacio Lula da Silva, no fue autorizado a participar, pese a encabezar las encuestas por amplio margen.
El candidato conservador Jair Bolsonaro, segundo en las encuestas, fue el principal blanco de los candidatos durante el debate, realizado 59 días antes de la primera ronda de votaciones.
Da Silva encabeza los sondeos con un respaldo de más de 30%, pero casi seguramente las autoridades prohibirán su participación en los comicios debido a una convicción por corrupción. Su nivel de apoyo es mayor que el de Bolsonaro y el de la centrista, Marina Silva, juntos.
El único candidato en mencionar la ausencia de da Silva del debate fue Guilherme Boulos, del Partido Libertad y Socialismo, quien tiene poco respaldo.
“Buenas noches al presidente Lula, que debería estar aquí, pero está injustamente en prisión en Curitiba mientras que (el presidente Michel) Temer está libre en Brasilia”, dijo Boulos.
Da Silva niega los cargos en su contra y ha prometido que registrará su candidatura el 15 de agosto.
Bolsonaro, que encabeza las encuestas si el ex presidente no es considerado, no respondió a acusaciones de que es “racista, sexista y homofóbico”.
El exministro de Finanzas, Henrique Meirelles, dijo en el debate que “no se puede crear empleos con gritos”, en referencia al estilo de Bolsonaro. El candidato derechista Álvaro Ríos acusó a Bolsonaro de defender la posición de que las mujeres debían recibir salarios menores que los hombres.
El diputado respondió que las políticas del mercado libre deberían guiar a los empleadores.
Bolsonaro trató de mantener un tono conciliatorio en el debate.
Previamente en el día, un tribunal federal rechazó el pedido de da Silva de participar en el debate.
La decisión dejó al Partido de los Trabajadores sin representante en el debate.
El candidato del partido para la vicepresidencia, Fernando Haddad, probablemente se convierta en el candidato presidencial, en ausencia de Lula.