El presidente Barack Obama se volverá a reunir con los negociadores del Congreso para limar algunas lagunas fiscales y reducir algunos de programas de beneficio social para llegar a un acuerdo entre republicanos y demócratas en el debate para ampliar el techo de la deuda.
El presidente se reunió con los ocho líderes del Congreso Demócrata y Republicano durante una hora y media para buscar el consenso.
La líder demócrata Nancy Pelosi se opone a reducir la ayuda social, como el servicio médico que ofrece el programa Medi Care. "No vamos a equilibrar el presupuesto sobre las espaldas de los mayores de Estados Unidos", dijo Pelosi.
El Congreso debe adoptar una decisión antes de la fecha límite del 2 de agosto, cuando se decidirá si se eleva el techo de la deuda pública.
Obama impulsó un plan ambicioso de reducción del déficit de aproximadamente $4 billones de dólares, aunque eso supondría obtener unos ingresos considerables de los impuestos, algo a lo que muchos republicanos se oponen.
Sin un acuerdo sobre la reducción del déficit, los líderes republicanos dicen que no tienen suficientes votos republicanos para aumentar la autoridad de la nación para obtener préstamos.
"Todo el mundo reconoce que tenemos que hacer esto antes de la fecha límite del 2 de agosto para asegurarse de que Estados Unidos no incumple por primera vez sus obligaciones", dijo Obama.
Una reunión compleja
El gobierno del presidente Barack Obama insiste considera que la capacidad de endeudamiento del país debe aumentarse urgentemente, según indicó a los líderes del Congreso, convocados para hacer un balance de las negociaciones sobre el techo de deuda, que se situa en $14,3 billones de dólares.
"Sabemos que va a requerir decisiones difíciles. Yo creo que es mejor para nosotros adoptar esas difíciles decisiones más temprano que tarde. Y eso es lo que el pueblo estadounidense espera de nosotros, eso es lo que una economía saludable va a requerir, ese es el tipo de avance que yo espero lograr", aseguró Obama.
Si el margen no es ampliado, Estados Unidos tendrá que comenzar a incumplir con los pagos de su deuda a partir del 2 de agosto. Pero los desacuerdos entre demócratas y republicanos son cada vez más radicales.
"Un acuerdo requiere que ambos partidos salgan de esa zona de comodidad" en la que se encuentran. "Sabemos que vamos a tomar decisiones difíciles para poder llegar a los acuerdos que queremos, pero es mejor tomar esas decisiones difíciles lo más pronto posible y no esperar hasta el final", aseguró el mandatario estadounidense.