La gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, dijo que recurrirá a la Corte Suprema de Estados Unidos para anular un fallo que suspende las cláusulas más polémicas de una ley antiinmigrante aprobada en su estado en 2010.
Brewer dijo que está convencida de que Arizona ganará lo que ella llama su “lucha por proteger a sus ciudadanos”, según citó la agencia AP. Y el fiscal general de Arizona, Tom Horne, cree que ir directamente a la Suprema Corte le ahorrará tiempo al estado.
A principios de abril, la gobernadora perdió ante un tribunal de apelaciones que se negó a revocar la orden de la juez federal Susan Bolton, que impidió la aplicación de las partes más polémicas de la ley antiinmigración.
El fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito determinó que Bolton no abusó de su autoridad al dejar sin efecto partes de la ley estatal que criminalizaban la inmigración ilegal.
Entre las medidas más controvertidas que fueron bloqueadas, una requería a los inmigrantes llevar consigo sus documentos a todas partes para demostrar que se encuentran en el país de forma legal.
Otra requería a la Policía preguntar el estatus migratorio de las personas que consideraran como sospechosas de estar en el país ilegalmente.
Los que se oponen a la ley dicen que incentiva a los policías a cometer actos discriminatorios, como sospechar del estatus migratorio de personas en base a su apariencia física. Además, esgrimen que el control de la migración es un tema que le compete por ley al gobierno federal.
Los que están a favor de la ley, en cambio, dicen que esta es necesaria para controlar el flujo de inmigrantes al estado. Se estima que cerca de 400.000 inmigrantes indocumentados viven en Arizona.