La organización defensora de los dderechos humanos, Amnistía Internacional (AI), exigió a las autoridades de Venezuela la liberación de la jueza María Lourdes Afiuni, acusada de corrupción, y encarcelada desde hhace más de un año sin haber sido juzgada.
El grupo denuncia que un año después de la detención de Afiuni, todavía no se han presentado pruebas formales de los cargos de los que se acusa a la magistrada.
Afiuni había ordenado la liberación del banquero Eligio Cedeño repondiendo a una decisión amparada tanto por sus funciones como jueza, como por las leyes de Venezuela. Sin embargo, unas horas después, la magistrada fue arrestada el 10 de diciembre de 2009.
Amnistía Internacional denuncia que la jueza precisa de cuidados médicos urgentes y que ha recibido amenazas de otros reclusos de la prisión de Los Teques en la que se encuentra, a las afueras de la capital, Caracas.
“La detención de la jueza Afiuni es el resultado aparente de una interferencia política del presidente Chávez”, explica Guadalupe Marengo, reponsable de Latinoamérica de AI.
Un día después de la denteción de la magistrada, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió la máxima pena para Afiuni, 30 años, en una entrevista de televisión.
“Padece una mala salud y está recibiendo muy poco o ningún tratamiento, por lo que podría estar en peligro. Las autoridades deben asegurarse de que mientras permanece detenida no pueda ser víctima de torturas o amenazas de otros presos o guardias”, recalcó Marengo.
Los cargos que se le imputan son los de corrupción, abuso de autoridad, huida y asociación criminal, todos ellos relacionados con la liberación del banquero.
Los informes médicos apuntan a que Afiuni tuvo dos tumores en los pulmones y otros problemas ginecológicos que le produjeron una hemorragia en noviembre de 2010.
AI no es la única organización en solicitar la liberación, ya que se suma al pedido de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Ammericanos (OEA), que en octubre de 2010 también exigió garantizar la integridad física y psicológica de Afiuni a las autoridades venezolanas.