Los tanques sirios se preparan en el día de oración en la ciudad de Homs, la tercera en importancia en Siria. Miles de opositores al régimen del presidente Bashar Al Asad se manifestaban en varios lugares del país, desafiando la prohibición dictada por el ministerio del Interior.
Activistas sirios dicen que fuerzas de seguridad han tomado posiciones en todo el país, mientras los servicios de seguridad exhortaban a los manifestaciones a rendirse en la comisaría de su barrio "si no quieren ser detenidos y castigados".
Según los militantes, hoy se espera congregar a más de 2.000 personas en cada protesta de Qamishli, Amuda y Al Dirbasiyé, en las regiones con mayoría kurda del norte del país, pese a la prohibición del régimen.
El ministerio del Interior pidió en un comunicado a la población que se abstuviera de participar en manifestaciones o "sentadas", para que se restablezcan la "estabilidad" y la "seguridad", y para "ayudar a las autoridades a cumplir con su misión", según un comunicado citado por la agencia oficial Sana.
Sin embargo, el Ejército dijo que ha comenzado la retirada de sus fuerzas de la asediada ciudad de Deraa, epicentro de las protestas. Los militares alegan que detuvieron a los terroristas en esta ciudad, donde ya han restaurado la calma. Los residentes desmienten la salida de tanques, soldados y francotiradores, que aún restringen sus movimientos.
De esta forma, los opositores mantuvieron las convocatorias. "Hoy es el viernes de desafío. Es un mensaje a todos los que son conscientes de la situación. No nos moveremos. Nos sacrificaremos por la libertad, la dignidad y el orgullo (...)" afirma el texto colgado en el sitio 'The Syrian Revolution 2011', creado por jóvenes militantes.
Grupos defensores de los derechos humanos dicen que por lo menos 600 personas han sido muertas en la represión contra las manifestaciones anti gubernamentales en todo Siria y unas 8.000 personas han sido detenidas.