El ejército sirio reanudó este sábado los ataques y bombardeos con artillería pesada contra sectores de la ciudad de Daraa, donde desde hace más de un mes miles de manifestantes desafían en protestas callejeras al gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Según testigos, tanques y helicópteros han arremetido indiscriminadamente contra casas y escuelas en la parte sur de la ciudad, cerca de la frontera con Jordania, después de protestas antigubernamentales el viernes en las que al menos resultaron muertas 62 personas.
Los soldados dispararon este sábado contra la mezquita Omari, y según la agencia francesa de prensa AFP, murieron seis personas como resultado de los ataques.
Desde que el lunes el ejército rodeó la ciudad ha sido extraordinariamente difícil la comunicación con los residentes en Daraa, pero un activista sirio radicado en Beirut, Khaled El Ekhetyar, pudo ponerse en contacto con algunos de ellos.
Khaled dijo a la Voz de América que Daraa está siendo fuertemente bombardeada, y que testigos le informaron que las tropas gubernamentales están atacando incluso a camiones refrigerados utilizados provisionalmente como morgues para almacenar los cadáveres que se siguen amontonando en la ciudad.
“El ejército dispara contra esos camiones para borrar cualquier evidencia de la masacre”, dijo el activista, quien agregó que en la ciudad hay gran escasez de servicios básicos y de agua, medicamentos, combustible e incluso pan, por lo que la situación humanitaria es muy angustiosa.
De acuerdo con grupos de derechos humanos, más de 500 manifestantes han sido muertos en Siria desde que se iniciaron la revueltas el pasado 15 de marzo.