El territorio estadounidense en la Isla de Cuba, la base militar de Guantánamo, se auto abastece con el 100% de la energía que consume y un 25% de este gasto viene del viento.
“Iniciamos con viento porque el lugar es ideal para esto”, explicó a voanoticias.com Bill Tayler de la oficina de Energía de la Armada de Estados Unidos.
“La granja de viento se terminó en 2005 y está conformada por cuatro torres de viento de casi 84 metros de alto y cada una produce 950 kilovatios”, dice el especialista, quien además explica un aspecto único de este generador de energía.
“En la bahía de Guantánamo, en la mañana el viento viene de una dirección y en la tarde viene del lado opuesto, entonces las turbinas de viento se voltean en la mitad del día y con eso se puede aprovechar el viento de ambas direcciones”, explica el especialista.
Usualmente este tipo de turbinas giran un par de grados, pero “lo inusual es que sea 180 grados todos los días”.
Aunque este proyecto está muy acorde con las nuevas iniciativas del gobierno de Estados Unidos, Tayler señaló que “fue diseñado antes de que Ray Mabus, secretario para el medio ambiente de la Marina, fijara la meta de utilizar un 50% de fuentes alternativas” para las operaciones del ejército estadounidense.
Gracias a esa nueva meta planteada para 2020, se está estudiando la posibilidad de instalar en la base de Guantánamo una gran plataforma de energía solar, y a su vez, implantar el uso de diesels biológicos.
El ejército tiene ya varios proyectos de energía limpia en marcha, que incluyen desde el uso generalizado de combustibles biológicos, hasta la premiación a miembros de la marina que demuestren prácticas eficientes en el ahorro de energía y sosteniblidad.
“La razón por la que estamos explorando fuentes de energía alternativas es para lograr seguridad energética e independencia energética. Creemos que el ejército va a jugar un rol de liderazgo en la defensa y la economía eficiente del país,” explicó vía telefónica a voanoticias.com, Tom Hicks, el secretario adjunto de Energía de la Marina.
Hay quienes consideran que la influencia de la Marina, puede no sólo afectar el macro mercado energético, sino también a individuos.
“Estos proyectos gigantescos, como la granja de viento, son visibles para cualquiera en la base. Incluyendo los hijos de los soldados e infantes, quienes los ven y dialogan en casa y en las escuelas sobre la energía. Ojalá ellos apliquen estas lecciones de ahorro y prácticas sostenibles en su vida y en su futuro”. La base de Guantánamo puede ser un ejemplo de esto, concluyó Tayler.