Por siglos hemos asumido que es el gobierno el encargado de proveer nuestros hogares con la energía requerida para el funcionamiento de los mismos. Pero, ¿hemos ya llegado al momento en que el individuo provea su consumo energético?
Con las posibilidades de tener un panel solar, algunos ya lo están logrado.
Algunos críticos opinan que los microgeneradores de energía, como se les llama a las versionas de paneles solares de uso casero, son ineficientes, muy costosas y no reducen las emisiones de carbono que se desechan en el medio ambiente. Sin embargo, muchos otros encuentran soluciones eficientes.
Financieramente, el invertir en un panel solar puede ser conveniente, pero tiene que ser estudiado en cada situación en particular.
Por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos tiene un programa para reducir los impuestos cuando se invierte en mejoras a su casa que tienen como objetivo ahorrar energía. Conocer las regulaciones locales permite aprovechar los puntos o créditos que ofrecen la empresa proveedora de energía y el gobierno.
Por lo general, si se piensa como una inversión a largo plazo, se está pagando mucho menos por energía que lo que se pagaría mensualmente a la empresa proveedora.
Si usted camina por Mount Pleasant, Takoma, Bathesda, barrios de la capital de Estados Unidos, notará que muchos están uniendo sus fuerzas y formando lo que se llaman “cooperativas de energía solar” (solar energy co-op).
La Cooperativa de Mount Pleasant surgió después de que, Walter Lynn y Diego Arene-Morley, un par de amigos de colegio, vieran la película del cambio climático de Al Gore. Los jóvenes convencieron a sus papás y a varios vecinos de empezar a pensar en energía solar. La cooperativa explica que los ahorros son estimados de acuerdo al consumo energético de cada casa en particular. En el caso de los fundadores de esta cooperativa, ellos estiman que un 40% de su consumo viene de sus paneles solares.
En el caso de la cooperativa de Mount Pleasant, la energía solar funciona durante el día. Los paneles solares generan electricidad que va directamente al cableado. Por la noche, la electricidad proviene de la empresa de energía de Washington. Los residentes miembros de la cooperativa no notan ninguna diferencia en su casa, sólo en la factura.
Sin embargo, hay otras opciones que le permiten al usuario almacenar la energía solar. Por lo general, esas opciones requieren una inversión más alta al iniciar el proceso y mecanismos más sofisticados de paneles solares. A su vez, esto ofrece la posibilidad de producir más energía de la requerida para mantener un hogar.
En estados como California, la empresa de electricidad ofrece programas para comprar el exceso de energía producido en casa y puede ser revertida en la comunidad.
Por razones económicas, legales y de entusiasmo, como todo proyecto de gran magnitud, es mejor que el grupo que se lanza al reto sea más grande.
¿Cree usted que esta sería una buena opción en su barrio? ¿Qué haría falta para iniciar un proyecto así? Escríbanos.