El ex dictador de Argentina, Jorge Videla, defendió ante los tribunales la represión a la que sometió al pueblo argentino y señaló que los enemigos de ayer gobiernan hoy el país.
A los 85, Videla se exculpó de su presunta responsabilidad en el homicidio de 31 presos políticos en 1976 en la ciudad de Córdoba.
Sin embargo, ésta es sólo la primera acusación que enfrenta el militar desde que la Corte Suprema declarara inconstitucional el indulto que recibió en 2007 y que le permitió eludir la cadena perpetua a la que estaba condenado.
Videla fue juzgado en 1985 en un juicio conjunto con otros comandantes militares. "Argentina hubo de afrontar de hecho y de derecho un conflicto bélico interno, irregular en su forma, de carácter revolucionario, con profunda raíz ideológica, alentado desde el exterior", se excusó el ex dictador en alusión a los grupos guerrilleros subversivos de la década de los setenta.
"Los enemigos derrotados ayer cumplieron con su propósito: hoy gobiernan nuestro país y pretenden erigirse en paladines de los derechos humanos", añadió.
Tanto la presidenta Cristina Fernández, como su marido Néstor Kirchner, antiguos miembros del grupo de los Montoneros, impulsaron la reanudación de los juicios contra los militares y policías implicados en violaciones a los derechos humanos durante el régimen de facto de 1976 a 1983.
En ese periodo desaparecieron unas 30.000 personas, según grupos de derechos humanos, mientras que los registros oficiales sólo dan cuenta de 13.000.
Videla alegó que fue el gobierno constitucional de María Estela Martínez, viuda de Juan Perón, el que en 1975 ordenó por decreto "aniquilar" a los grupos subversivos como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).