El papa Francisco ha convocado este martes un sínodo de obispos que tratará “los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”, a realizarse en el Vaticano, del 5 al 19 de octubre de 2014.
En las semanas pasadas, el papa y algunos religiosos en su entorno se han referido a los temas controversiales de la iglesia como el aborto, la homosexualidad y la forma en que la iglesia trata a los divorciados. Si bien las enseñanzas de la Iglesia católica no han cambiado, el solo tratar los temas muestra un cambio en el estilo.
Pero no obstante el optimismo de los liberales en la iglesia, este mismo martes, una diócesis alemana que había publicado nuevos lineamientos sobre cómo las parejas divorciadas y los casados en segundas nupcias pueden recibir los sacramentos, fue desautorizada por el Vaticano.
La iniciativa de la diócesis de Feiburg, según el Vaticano, “corre el riesgo de provocar confusión” sobre un tema que será discutido precisamente en el sínodo.
Las enseñanzas de la iglesia establecen que los católicos a los que no se les haya anulado su primer matrimonio o que no se les haya declarado nulo por un tribunal antes de volver a contraer nupcias, no pueden participar de los sacramentos porque esencialmente se les considera adúlteros.
El tema ha sido controversial durante décadas y el papa Francisco ha dicho que debe ser analizado.
En las semanas pasadas, el papa y algunos religiosos en su entorno se han referido a los temas controversiales de la iglesia como el aborto, la homosexualidad y la forma en que la iglesia trata a los divorciados. Si bien las enseñanzas de la Iglesia católica no han cambiado, el solo tratar los temas muestra un cambio en el estilo.
Pero no obstante el optimismo de los liberales en la iglesia, este mismo martes, una diócesis alemana que había publicado nuevos lineamientos sobre cómo las parejas divorciadas y los casados en segundas nupcias pueden recibir los sacramentos, fue desautorizada por el Vaticano.
La iniciativa de la diócesis de Feiburg, según el Vaticano, “corre el riesgo de provocar confusión” sobre un tema que será discutido precisamente en el sínodo.
Las enseñanzas de la iglesia establecen que los católicos a los que no se les haya anulado su primer matrimonio o que no se les haya declarado nulo por un tribunal antes de volver a contraer nupcias, no pueden participar de los sacramentos porque esencialmente se les considera adúlteros.
El tema ha sido controversial durante décadas y el papa Francisco ha dicho que debe ser analizado.