El papa Francisco advirtió en una larga entrevista con una revista jesuita que el edificio moral de la Iglesia católica podría “caer como castillo de naipes” si no equilibra sus posturas morales con la idea de una iglesia compasiva.
El pontífice se refirió específicamente a las normas divisivas de la Iglesia sobre el aborto, los homosexuales y los anticonceptivos.
La entrevista, titulada “Un gran corazón abierto hacia Dios”, fue otorgada a la revista de los jesuitas italianos Civilta Cattolica y fue publicada simultáneamente el jueves en otras publicaciones de la Compañía de Jesús –orden a la que pertenece el papa—incluyendo la revista America Magazine en Estados Unidos.
“Una persona me preguntó alguna vez, de manera provocativa, si yo aprobaba la homosexualidad. Le contesté con otra pregunta: ‘Dime: Cuando Dios ve a esta persona gay. ¿Respalda la existencia de esta persona, o la rechaza y condena a esta persona? Siempre debemos considerar a la persona”, dijo en la entrevista.
El papa ya había comentado sobre estos temas en Brasil, donde había dicho “quien soy yo para juzgar” (a un gay)”.
El pontífice se refirió específicamente a las normas divisivas de la Iglesia sobre el aborto, los homosexuales y los anticonceptivos.
La entrevista, titulada “Un gran corazón abierto hacia Dios”, fue otorgada a la revista de los jesuitas italianos Civilta Cattolica y fue publicada simultáneamente el jueves en otras publicaciones de la Compañía de Jesús –orden a la que pertenece el papa—incluyendo la revista America Magazine en Estados Unidos.
“Una persona me preguntó alguna vez, de manera provocativa, si yo aprobaba la homosexualidad. Le contesté con otra pregunta: ‘Dime: Cuando Dios ve a esta persona gay. ¿Respalda la existencia de esta persona, o la rechaza y condena a esta persona? Siempre debemos considerar a la persona”, dijo en la entrevista.
El papa ya había comentado sobre estos temas en Brasil, donde había dicho “quien soy yo para juzgar” (a un gay)”.
