Los países de la Unión Europea han acordado un plan preliminar que mantendría en reserva los beneficios de cientos de miles de millones de dólares en activos del banco central ruso, congelados en represalia por la guerra de Moscú en Ucrania, según dijo un funcionario de la UE.
El acuerdo tentativo, alcanzado el lunes por la noche, aún necesita aprobación formal, pero se ve como un primer paso para utilizar parte de los 200.000 millones de euros (216.000 millones de dólares) en activos del banco central ruso en la UE para ayudar a Ucrania a reconstruir tras la destrucción rusa.
El funcionario, que pidió no dar su nombre porque el acuerdo aún no tiene ratificación legal, dijo que el grupo “permitiría empezar a recopilar los beneficios extraordinarios generados por los activos congelados (...) para respaldar la reconstrucción de Ucrania”.
El uso de esos fondos se decidiría más tarde, ya que el asunto sigue sujeto a consideraciones prácticas y legales.
Hay una sensación de urgencia en el proceso porque Ucrania tiene problemas para pagar las cuentas y los planes de ayuda en la UE y Estados Unidos se han visto paralizados por controversias políticas como si los aliados seguirán ayudando a Ucrania al mismo ritmo que en los dos primeros años de guerra.
Los líderes de la UE se reunirán el jueves con la esperanza de aprobar un paquete de ayuda de 50.000 millones de euros (54.000 millones de dólares) para Ucrania, con la única oposición del primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
Aunque utilizar los activos descongelados, que ahora no están explotados, parezca una cuestión práctica, muchos temen que esa instrumentalización bélica de las finanzas pueda empañar la posición de la UE en los mercados financieros globales.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pidió este mes una decisión “firme” este año para que los activos congelados en bancos occidentales “se dediquen a la defensa contra la guerra rusa y para la reconstrucción” de Ucrania.
El acuerdo en la UE del lunes por la noche allana el camino si los estados miembros quieren tomar esa medida. El Grupo de los Siete, aliado de Ucrania, aún estudia un marco legal adecuado para ejecutar el plan.
Estados Unidos anunció al inicio de la invasión rusa que Estados Unidos y sus aliados habían bloqueado el acceso a más de 600.000 millones de dólares que tenía Rusia fuera de sus fronteras, incluidos unos 300.000 millones de dólares en fondos para el banco central ruso. Desde entonces, Estados Unidos y sus aliados han seguido imponiendo rondas de sanciones dirigidas contra empresas y élites adineradas vinculadas con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El análisis más reciente del Banco Mundial sobre Ucrania, publicado en marzo de 2023, estimaba los costes de reconstrucción y recuperación del país en 411.000 millones de dólares durante los próximos 10 años, lo que incluye fondos públicos y privados.
Bélgica, que ocupa el turno de presidencia de la Unión Europea durante los próximos seis meses, lidera ahora las conversaciones sobre si confiscar los activos rusos. Bélgica es también el país donde hay más activos rusos congelados por sanciones.
El país está cobrando impuestos por esos activos. El primer ministro belga, Alexander De Croo, dijo en octubre que ya había 1.700 millones de euros (1.800 millones de dólares) reunidos por impuestos disponibles y que el dinero se utilizaría para comprar equipamiento militar, ayuda humanitaria y ayudar a reconstruir el país devastado por la guerra.
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