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"No es lugar para niños": veteranos de EE. UU. que rescatan huérfanos en Ucrania


Ruinas del Teatro de Drama en Mariúpol, Ucrania, destruido por bombardeos rusos. Foto satelital de Maxar Technologies divulgada por Reuters.
Ruinas del Teatro de Drama en Mariúpol, Ucrania, destruido por bombardeos rusos. Foto satelital de Maxar Technologies divulgada por Reuters.

Aerial Recovery es un equipo de veteranos militares estadounidenses que están trabajando con autorides ucranianas y ONG para para evacuar a niños huérfanos de las zonas de conflicto

En el primer intento de rescatar a un grupo de huérfanos en el este de Ucrania el cañoneo era tan intenso que un grupo de excombatientes estadounidenses tuvieron que abandonar el esfuerzo.

“Hubo que regresarlos al refugio y volver 48 horas después. Entonces lo logramos, pero ya tres de sus maestros habían muerto, dijo a la Voz de América Jeremy Locke, un ex Boina Verde, en una entrevista en Polonia poco antes de partir a otra misión de rescate de niños huérfanos en Ucrania.

Locke es el jefe de operaciones de Aerial Recovery, un equipo de veteranos militares estadounidenses que están trabajando con el Ministerio de Defensa de Ucrania y Salam, una organización humanitaria que ayuda a los refugiados, para evacuar a huérfanos de zonas de conflicto.

Hasta ahora han evacuado a 478 huérfanos y calculan que les quedan al menos un millar. “Los números cambian en dependencia del curso de la guerra”, dijo.

Locke, que nació en Oregón, es un hombre gigantesco, con una barba cuidada y apariencia atlética. Sin embargo, a pesar de su tamaño y el aspecto militar de su equipo, pocos los notan cuando entran y salen del hotel donde se hospedan en Polonia. Son discretos, callados, silenciosos y modestos.

Este hombre, que cumplió su última misión como Boina Verde en el norte de Siria, habla sin rodeos de lo que su equipo ha estado haciendo y lo que han visto en Ucrania, pero se le oscurecen los ojos cuando dice: “Yo estuve en combate cinco años de mi vida y no es un lugar para niños, y tampoco para un adulto”.

Locke explicó que los niños que ellos rescatan están en diferentes condiciones físicas y emocionales. “Dependen de dónde vengan”, dijo.

“Un grupo que trajimos estuvo en un refugio durante una semana y nos llevó dos intentos rescatarlos. En el primero el cañoneo era demasiado intenso y tuvimos que dejarlos allí y regresar en 48 horas. En ese tiempo murieron tres de sus maestros y ellos estaban bastante mal. Tenían hambre, frío, cansancio, y se veían muy tranquilos. Estaban en estado de choque”, explicó.

También dijo que se siente muy mal cuando tiene que dejar a los niños para volver después, cuando sea más seguro sacarlos en autobuses y camiones. “Tenemos una responsabilidad de asegurar que no mueran y sean heridos cuando los trasladamos”.

“Al menos si están dentro de un búnker o algo así, aunque haya bombardeos sobre ellos están en relativa seguridad. No tendrán mucha comida y eso, pero tenemos que asegurarnos que cuando llegamos hasta ellos no los estamos sacando de allí para un lugar peor. Esa es la dificultad de este trabajo”, dijo.

Aerial Recovery ha estado trabajando con Salam y autoridades ucranianas y polacas para tratar de asegurar que los huérfanos sean reubicados a un lugar seguro y no sean víctimas de traficantes. Ha habido temores de que se pierda la pista sobre ellos o puedan caer en bandas contrabandistas.

Se han conocido reportes no verificados de que algunos hombres ucranianos han secuestrado a niños desplazados para obtener su salida de Ucrania. Todos los hombres de 18 a 60 años deben permanecer en el país para la posibilidad de que sean reclutados, aunque pueden salir si tienen tres niños pequeños.

En un discurso esta semana, la comisionada de Asuntos Internos de la Unión Europea, Ylva Johansson, dijo que había recibido “algunos reportes de criminales que sacan a niños de orfanatos en Ucrania, los cruzan la frontera como si fueran familiares y los usan para tráfico”.

Las autoridades de Ucrania y Polonia han estado haciendo esfuerzos para asegurar una transparencia de los documentos para los niños evacuados y sin padres.

Locke dijo que al principio la mayoría de las ONG planearon cruzar a los niños a Polonia, pero ahora los dejan en lugares seguros en el oeste de Ucrania, bajo la supervisión del departamento de servicios infantiles del gobierno de Leópolis. A otros, sin embargo, los trasladan al este de Polonia, donde las autoridades ucranianas han establecido procedimientos con la ONG para procesar a los niños desplazados.

El promedio de edad de los niños que ha estado evacuando el equipo de Locke es “de alrededor de 10 años y menos, pero la mayoría tienen entre 13 y 14”, dijo. Su grupo lleva también ayuda médica. “Muchos eran enfermeros de las Fuerzas Especiales y de combate”.

“Cuando llegamos a nuestro destino cerca de Leópolis, los revisamos y muchos de ellos tienen problemas respiratorios. Uno de ellos incluso tenía sida y hay algunos con diabetes. Pero a veces sabemos lo que van a necesitar antes de llegar hasta ellos, cargamos insulina o lo que sea necesario”, añadió.

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