El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió este viernes con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, para fortalecer su alianza comercial y militar, frente al ascenso de China y una creciente guerra comercial que amenaza con romper la economía global.
Esto ocurre en medio de la ansiedad de Tokio por posibles aranceles, dado el déficit comercial de 68 mil millones de dólares que Washington tiene con el país asiático.
Un déficit que Trump espera reducir sin tomar medidas punitivas, exportando gas y crudo a Japón.
"Creo que será muy fácil para Japón. Tenemos una relación fantástica. No creo que tengamos ningún problema.”
Otra tensión bilateral es el bloqueo del expresidente Joe Biden, por razones de seguridad nacional, de la oferta de adquisición de 15.000 millones de dólares del mayor productor de acero de Japón, Nippon Steel, de la empresa estadounidense U.S. Steel.
Ahora dijo Trump que Japón no comprará, simplemente invertirá en acero estadounidense.
“US Steel es una empresa muy importante para nosotros. Fue la mayor empresa del mundo durante 15 años, hace muchos años, hace 80 años, y no queríamos que se fuera, y de hecho no se irá”.
La administración Trump reiteró que seguirá apoyando a los japoneses frente a las miradas chinas sobre Taiwán y el programa nuclear de Corea del Norte.
Japón es un actor clave para reforzar la disuasión militar contra estos dos adversarios asiáticos de Estados Unidos.
Shigeru Ishiba añadió :
“Y que Japón y Estados Unidos trabajarán juntos para lograr la desnuclearización completa de Corea del Norte”.
Para mejorar la relación y evitar posibles aranceles, algo que Trump no descartó, Japón está listo a invertir mucho más en el país, como en la inteligencia artificial, y comprar más de Estados Unidos.
Jeffrey Hornung, del RAND National Security Research Division, dijo a la Voz de América:
“Al mismo tiempo, están tratando de promover con Trump las cosas que les interesan: asegurarse de que las fuerzas estadounidenses permanezcan en Japón, asegurarse de que Estados Unidos siga comprometido con el Indo Pacífico.”
Trump, el viernes, dijo que anunciará aranceles recíprocos la próxima semana que permitirían a Estados Unidos imponer aranceles iguales a los que otros países imponen a los productos estadounidenses. Trump no dijo qué países serían los afectados.
Japón se mostró tan cauteloso con respecto a esta reunión que en lugar de que Shigeru Ishiba viniera a Washington justo antes o después de la investidura, hicieron que la viuda del difunto expresidente Shinzo Abe, muy amigo del republicano, cenara con Trump en Mar-a-Lago primero, y luego asistiera a la investidura. Esta se llama, en Japón, la “diplomacia de los cónyuges”.
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