Seis carteles mexicanos de la droga, incluido el de los llamados Zetas, están reclutando a jóvenes estudiantes estadounidenses e incluso a niños de 11 años para utilizarlos en el narcotráfico, según denunciaron autoridades en Texas.
Los menores también estarían siendo empleados por el crimen organizado para operaciones de tráfico humano, de dinero y de armas a ambos lados de frontera de Texas con México.
El mes pasado, dos adolescentes texanos fueron inducidos a ir a territorio mexicano donde se les secuestró, se les golpeó y luego fueron liberados en la remota zona del Río Grande.
De acuerdo con la denuncia, hace poco más de una semana un menor de 12 años de edad fue detenido en un condado fronterizo manejando una camioneta que había sido robada y en la que transportaba más de 800 libras de marihuana.
Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que “los carteles mexicanos de la droga han corrompido a casi una generación entera de jóvenes que viven en el norte de México” y buscan hacer lo mismo ahora con estadounidenses.
Según McCraw, “los narcos pagan a los menores $50 dólares sólo porque les muevan vehículos de un sitio a otro, lo que les permite saber si están siendo vigilados por las autoridades”.
También dijo que el año pasado un total de 25 menores fueron arrestados en un solo cruce fronterizo con México por andar con drogas, estar vigilando o hacer otros trabajos para bandas de narcotraficantes mexicanos.
Las autoridades de Texas se han sumado a un programa iniciado por el servicio de aduanas y protección fronteriza denominado Operación Desvío, en virtud del cual los agentes se reúnen con los menores y sus padres en las escuelas y centros comunitarios para alertarlos del peligro que corren.
Los narcotraficantes tratan de sacar provecho de que existen menos probabilidades de que los menores sean vistos como sospechoso, es relativamente fácil manipularlos con bajas sumas de dinero y si son arrestados encaran penas menos severas que un adulto.