Un reciente estudio sugiere que uno de cada tres jóvenes adultos en Estados Unidos es arrestado antes de los 23 años.
Los investigadores de salud pública indican que los arrestos son por toda clase que crímenes y aclaran que no necesariamente los jóvenes son más violentos que aquellos en 1960, sino más bien, que la policía tiene más herramientas para arrestarlos que en el pasado.
Para este estudio se analizó información de más de 7.000 adolescentes, a lo largo de todo EE.UU., entre 1997 y 2008, explicó Robert Brame de la Universidad de Carolina del Norte.
Los analistas hacen énfasis que lo importante de estos estudios es llamar la atención a los adultos que están en constante contacto con los adolescentes, para encontrar ayuda a la menor de señal de un comportamiento violento.
Por otra parte, John Paul Wright, del Instituto de Criminología de la Universidad de Cincinnati, dijo a Reuters, que la mayoría de estos jóvenes no volverán a ser arrestados.
Brame escribió en la publicación Pediatrics, que entre las actitudes tempranas que ayudan a identificar este comportamiento están situaciones de agresión contra compañeros, hiperactividad y retraso en el desarrollo.
Los especialistas a su vez indicaron que el médico pediatra podría tener más facilidad para identificar estas situaciones que los propios padres.