La organización de ayuda internacional Médicos sin Fronteras suspendió su campaña de vacunación contra el sarampión, en las cercanías de la capital de Somalia, después de intensos combates.
La campaña de vacunación contra el sarampión se suponía que duraría tres semanas y beneficiaría a cerca de 35.000 niños en el área de Daynile, en las afueras de Mogadiscio. Sin embargo, la jornada se interrumpió en su sexto día alcanzado a vacunar solo 4.831 niños.
Duncan Mclean, jefe de Médicos sin Fronteras en Somalia, dijo que el sarampión combinado con la desnutrición es la principal causa de muerte infantil en Somalia y que la suspensión de esta iniciativa pone en riesgo a los niños del área de Daynile.
“Cualquier intento de desacelerar la actual epidemia de sarampión en esta parte de Somalia afecta drásticamente porque la única forma de crear una diferencia es cubrir a un 90% de la población”, dijo Mclean.
El especialista indicó que el conflicto hizo imposible para su organización continuar la campaña de vacunación.
Fuertes enfrentamientos entre el grupo militante al-Shabab y las fuerzas del gobierno nacional de transición de Somalia, respaldado por la Misión de la Unión Africana en Somalia, se desataron la semana pasada en Daynile.
Médicos sin Fronteras informó que su personal en el Hospital Daynile, entre el jueves y viernes, trató a 83 personas heridas por explosiones y armas de fuego.
Veinticuatro niños también recibían tratamiento intensivo por desnutrición en el momento que los enfrentamientos estallaron. La mayoría de las madres huyeron con sus hijos, dejando solo a seis de los menores bajo el cuidado profesional de la agencia.