Las manifestaciones de los estudiantes chilenos, las cuales han ocurrido durante los últimos tres meses, seguirán el próximo jueves, 18 de agosto (2011), ya que han sido autorizadas por la gobernadora de Santiago, Cecilia Pérez.
Las protestas han sido permitidas por las autoridades siempre y cuando se eviten "desmanes", según Pérez.
Se llevarán a cabo empezando a las 10:30 de la mañana, en la Alameda Bernardo O'Higgins, una de las principales vías de la ciudad. La marcha comenzará en la plaza Los Héroes y terminará en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile.
Según Jaime Gajardo, presidente del magisterio, "esto ha sido un nuevo logro para el movimiento, porque seguimos usando la Alameda. Con esto se demuestra que somos flexibles y dialogantes y que estamos dispuestos a buscar acuerdos".
Mientras tanto, Pérez explicó que "este es el camino que uno espera, el diálogo, la conversación, poder concordar las cosas en conjunto y hacer un llamado a quienes van a marchar, de que las ideas se defienden con fuerza, con convicción pero también con el rostro descubierto".
Las protestas no han cesado y tres estudiantes quienes forman parte de las manifestaciones estudiantiles se encuentran en huelga de hambre hace un mes. Estos no consumen ni siquiera líquidos, lo cual aumenta la presión sobre el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Aunque el presdiente creó una ley para asegurar la calidad de la educación, los jóvenes se han seguido movilizando en protesta por una educación pública que sea de calidad y gratuita.
La ley se propone crear una agencia y superintendencia de calidad de la educación que determine los “estándares mínimos de calidad y aprendizaje”, según Piñera.
“Estamos dando un paso grande, firme y en la dirección correcta, porque nos va a permitir mejorar la calidad, la transparencia y la rendición de cuentas de todos los establecimientos educacionales que reciben subvenciones del Estado, y que son más del 93% del total de los establecimientos y del total de los estudiantes”, dijo el mandatario, según un comunicado del Gobierno de Chile.
Los estudiantes, no obstante, siguen sus movilizaciones que ya llevan varios meses. El saldo de las protestas hasta ahora ha sido de 1.914 detenidos, 260 carabineros y 36 civiles heridos, 130 incidentes violentos del tipo barricadas o agresiones y 66 millones de horas de clases perdidas, dijo Piñera.
Los manifestantes han logrado bastante apoyo de los ciudadanos, según diversas encuestas. Sin embargo, algunos otros opinan que lo importante en este caso es que se vuelvan a ofrecer las clases.
El reclamo de los estudiantes por una educación pública y de calidad tuvo eco en Uruguay, donde 2.000 a 2.500 personas marcharon pacíficamente hacia la embajada chilena en Montevideo el pasado 10 de agosto (2011), en el marco del Congreso de la Organización Continental y Caribeña de Estudiantes realizado en ese país.
Piñera se mantiene contrario a la demanda de una educación gratuita: "Nada es gratis en esta vida, alguien tiene que pagar", dijo.
"En estas huelgas de hambre en serio, después de un período de aproximadamente un mes, las cosas comienzan a ponerse peligrosas", comentó este martes el ministro de Salud, Jaime Mañalich, durante una entrevista con radio ADN.
Explicó que "se atrofia masa muscular, bajan las defensas, y estos jóvenes están expuestos a cualquier complicación, sobre todo infecciosa".
La presión aumentará el próximo jueves, 18 de agosto, cuando los estudiantes llevarán a cabo un paro nacional.
Mientras tanto, Piñera ha continuado trabajando para lograr proyectos que alivien la situación de las manifestaciones estudiantiles, las cuales empeoran cada día.
En julio, el gobierno presentó medidas las cuales incluyeron más recursos y becas educativas y bajas tasas en créditos universitarios, pero las mismas no fueron suficientemente fuertes para detener a los estudiantes.
