Aún antes de que el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, anunciara que no buscará una nueva reelección, los senadores de Estados Unidos intercambiaban opiniones sobre su partida del poder.
Los senadores del oficialismo demócrata y la oposición republicana, sostiene que la ayuda de Estados Unidos a Egipto ha sido un dinero bien gastado y no mostraron inclinación a alterar o reducir la ayuda, al menos por ahora.
Horas antes del anuncio de Mubarak, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, dijo que los egipcios han avanzado más allá de su presidente.
El senador demócrata por Massachusetts dijo que la renuncia de Mubarak a la reelección debe ser solo el primer paso “para ir más lejos aún, actuar para poner en ejercicio un gobierno interino durante los próximos meses para evitar la violencia y ayudar a la transición de Egipto a un futuro que su pueblo quiere y merece”, dijo Kerry.
El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsay Graham, apoyó el llamado a un gobierno interino y exhortó a continuar la ayuda de Estados Unidos a Egipto.
“Pienso que sería inteligente de nuestra parte estar en el terreno para ayudar esta transición, en lugar de tener un política de no involucramiento total”, afirmó Graham.
Los senadores estadounidenses respaldaron públicamente el cambio en Egipto y se mostraron cautelosamente optimistas sobre lo que ese cambio puede involucrar.