La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, explicó las técnicas de “aplicación inteligente y efectiva" de las leyes de inmigración de Estados Unidos, que permitieron la detención de 3.000 inmigrantes indocumentados que habían cometido delitos en la que fue la redada más grande hecha hasta el momento.
Más aún, la secretaria Napolitano, justificó la nueva política del gobierno del presidente Barack Obama, de decidir qué inmigrantes que entraron ilegalmente al país serán repatriados primero, así como también el fortalecimiento de los controles fronterizos.
Según dijo la funcionaria durante un discurso en American University en Washington, la política ha incrementado la captura de inmigrantes indocumentados involucrados en actividades criminales y la subsecuente deportación, que alcanza niveles récord. Napolitano defendió la política, diferente de gobiernos anteriores.
Sin embargo, el gobierno sigue recibiendo críticas de la oposición republicana que sostienen que establecer prioridades para deportar a los inmigrantes ilegales, se parece a una amnistía.
En cambio, Napolitano por una parte rechazó que la nueva política contribuya con mayores deportaciones y más allá de reconocer algunas fallas, dijo que “ha contribuido a lograr mucho para garantizar que usemos nuestros recursos donde sean más beneficiosos", acotó Napolitano.
La secretaria Napolitano envió una carta en el pasado mes de agosto, dirigida a un grupo de senadores que apoyan una amplia reforma a la inmigración, donde asumió el compromiso de revisar aproximadamente 300.000 casos pendientes que están estancados en cortes federales de inmigración.
Deportación selectiva
Al gobierno del presidente Barack Obama se le señala por ser el que más deportaciones ha efectuado desde que comenzó su mandato.
Pero los representantes de la Oficina de Seguridad Nacional, alegan que se trata de una mejora en la detención efectiva de delincuentes que no cumplen con los requisitos de legalidad para permanecer en el país.
El director de la Oficina de Inmigración y Aduanas, John Morton, se refirió a la redada como uno de los muchos esfuerzos por detener a los inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país y que son un peligro para la seguridad del público o de la nación.
"Estamos encargados de aplicar las leyes nacionales de inmigración y eso intentaremos hacer de una manera pensada y balanceada. Nuestra prioridad es la seguridad del público, pues eso tiene mucho sentido y más aún cuando se tienen recursos limitados", dijo Morton a la agencia The Associated Press.
"Estamos manejando de manera efectiva nuestros recursos al cumplir nuestras responsabilidades de una manera inteligente, justa y efectiva", agregó Kumar Kibble asesor de Morton.
Kibble también testificó que pese a que se han concentrado más en la persecución de los delincuentes, los esfuerzos para combatir la inmigración ilegal no se han detenido.
Lucha contra el narcotráfico
La secretaria de Seguridad Nacional mantuvo un encuentro con el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien le pidió estrechar la colaboración para luchar contra el narcotráfico.
“Tenemos que ser claros, solos no podremos atacar un enemigo común que tiene Honduras y Estados Unidos, hay que estar unidos para tener éxitos, por ello se vuelve necesario el apoyo del gobierno norteamericano”, dijo el mandatario.
"Estados Unidos y Honduras tienen un interés común en la protección de la seguridad de la región y la lucha contra la delincuencia transnacional", dijo la secretaria Napolitano. "Estamos comprometidos a colaborar para aumentar la capacidad de compartir información y fortalecer la aviación y las normas de seguridad marítima para facilitar el viaje y comercio legítimos".
