El "peixe" brasileño, elequipo blanco del Santos se coronó tricampeón de la Copa Libertadores de América, al vencer como local en el estado Pacaembú, en Sao Paulo, al equipo uruguayo de Peñarol, en la reedición de final de hace 24 años y con el mismo resultado, los santistas campeones.
Una vez más el estelar delantero juvenil Neymar volvió a ser la figura y autor del primer gol del partido apenas comenzado el segundo tiemoo, en tanto que Danilo cerró la cuenta santista a los 69, mientras que un autogol del defensor Durval a 10 minutos del final le puso emoción a la definición.
El defensor de Santos, Edu Dracena dijo que este "tricampeonato de la Libertadores lo llevábamos buscando hace mucho tiempo". El Santos había sido bicampeón con Pelé en 1962 y 1963.
Al final del partido se produjeron serios incidentes cuando fanáticos del Santos ingresaron al campo de juego. Los jugadores se tomaron a golpes durante varios minutos, en medio de los infructuosos esfuezos de la policía.
El histórico duelo entre dos rivales tradicionales de sudamérica definió el torneo tras un partido de ida en el que empataron 0 a 0 en Montevideo.
El Santos jugará en el Mundial de Clubes, que se disputará en diciembre en Japón, donde ya lo espera el Barcelona, que clasificó al torneo como campeón de la Champions League. "Ahora tengo que ganar el mundial de clubes. Aquí es así, te piden ganar siempre" dijo el entrenador del Santos Mauricy Ramalho.
Vea: La previa de una final histórica
No era la primera vez que Santos y Peñarol se encontraban en una final de Libertadores. En 1962, el “Peixe” brasileño ganó por 3 a 0 en el tercer partido de definición. En gran parte, gracias al legendario Pelé. Hoy la figura revelación de Santos es Neymar, quien volvió a ser decisivo.
Los hinchas de los dos equipos están eufóricos. Los seguidores de Peñarol agotaron los 2.500 boletos que recibieron para el partido, y los que compraron las excursiones de menor coste viajaron 36 horas en ómnibus para llegar en hora al duelo.
“Campeón del siglo”, decían las camisas que se vendían en los puestos callejeros de Montevideo, pintados de amarillo y negro. “La expectativa es total y la esperanza aún mayor”, dijo un periodista televisivo que entrevistó a los entusiastas hinchas embanderados que esperaban el inicio del partido.
Entretanto, los de Santos se encargaron de no dejar dormir al plantel aurinegro: en la madrugada de ayer sonaron intensamente fuegos artificiales durante cinco minutos en las afueras del hotel donde se aloja el plantel de Peñarol, una típica picardía de Copa Libertadores para evitar que los jugadores descansen.
