Los Dodgers de Los Angeles se encuentran en problemas financieros y solicitaron ayuda al gobierno.
El dueño del equipo, Frank McCourt, responsabiliza al comisionado del béisbol, Bud Selig por negarse a aprobar un contrato con la televisión, que según dice, hubiese asegurado la estabilidad financiera del equipo.
La Liga se hizo cargo de las operaciones de negocios de los Dodgers a principios de este año, debido a las disputas de McCourt con su ex esposa en relación a la propiedad del equipo, lo que lo dejaba en un estado de incertidumbre. Esto ocurrió luego de que una corte invalidara la exclusiva propiedad de los Dodgers a McCourt.
"(Selig) dio la espalda a los Dodgers, nos trató diferente y nos obligó al punto en el que nos encontramos hoy", dijo McCourt en su comunicado.
En un comunicado de prensa, el equipo señala que el capítulo 11 de protección por bancarrota será utilizado por los Dodgers un proceso para hacer frente a sus inmediatos requerimientos financieros y obtener el capital necesario para asegurar la estabilidad financiera a largo plazo.
Ese estatuto le permite a los Dodgers utilizar $150 millones de dólares para operaciones diarias, les da tiempo para que busquen un acuerdo con medios y les garantiza la estabilidad financiera a largo plazo, dijo el conjunto en un comunicado.
Un juez necesita aprobar la utilización del dinero y una audiencia está prevista para aprobar la medida.
"Todo seguirá normal en las operaciones diarias de los Dodgers, el equipo de béisbol o la afición", explicaba el comunicado.
En abril de 2011, la MLB adoptó la medida extraordinaria de asumir el control de Los Dodgers debido a las dificultades financieras en las que se encuentran.
El ex presidente de los Rangers de Texas, Tom Schieffer, fue nombrado para que supervise el equipo a nombre de Sellig, quien dijo que adoptó la medida debido a su preocupación sobre las finanzas y la administración de los Dodgers.