La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó este lunes una visita oficial a Cuba con una agenda centralizada en la economía y cooperación entre ambos países, aunque no exenta de abordar el tema de los derechos humanos.
La mandataria arribó a La Habana hacia las cinco de la tarde(hora local), fue recibida por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y se retiró sin dar declaraciones a la prensa.
La llegada de Rousseff coincide con el inicio de las perforaciones en busca de petróleo en esa zona, a cargo de la compañía Repsol-YPF.
Además, la presidenta visitará las obras de ampliación y modernización del Puerto del Mariel, para las cuales su gobierno aprobó un crédito de $450 millones de dólares, a cargo de la brasileña Odebrecht con constructoras cubanas.
Por su parte, Amnistía Internacional instó a la mandataria interceder ante el gobierno de Raúl Castro por la bloguera Yoani Sánchez.
“Confiamos a que la presienta Roussef use su visita a Cuba y la creciente influencia mundial de Brasil para promover la protección de los derechos humanos”, señaló un comunicado del organismo.
El pasado 26 de enero, Sánchez confirmó a través de su cuenta en Twitter que Brasilia le había otorgado un visado para asistir el 10 de febrero en Brasil al estreno de un documental sobre la libertad de prensa en Cuba y Honduras.
La bloguera mantiene que el gobierno cubano le ha negado la salida del país en 18 ocasiones los últimos 4 años.
Tras su paso por La Habana, Rousseff viajará el miércoles a Haití para reunirse con su homólogo Michel Martelly, con quien evaluará la cooperación bilateral.