Agentes antidisturbios de la Policía Nacional de Nicaragua se apostaron durante horas en las afueras de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), el único organismo de esta naturaleza que aún tiene personería jurídica para continuar trabajando en el país, luego de que un grupo de ex presos políticos realizaran una protesta relámpago en las afueras de la institución para demandar la libertad de sus compañeros.
El presidente de este organismo, Marcos Carmona, encaró a los agentes, que se movilizaban en más de seis patrullas policiales. “Aquí están las hordas criminales que han asesinado al pueblo de Nicaragua por más de un año y vienen a intimidar y a amenazar a la gente, esto no puedo seguir así”, aseguró el defensor de derechos humanos.
Carmona señaló que este comportamiento policial es parte de los actos de intimidación para reducir hasta la mínima expresión las manifestaciones sociales. “Viven asediando, viven tomando fotos, es parte del asedio, es parte de las amenazas, es parte de la intimidación, pero no nos van a intimidar. Nicaragua ha perdido todos sus derechos constitucionales con esta policía”, argumentó.
Los manifestantes exigían la liberación de María Ruiz Briceño, Juan Palacios y Erickson Pinell, detenidos el pasado sábado 13 de julio por la policía.
Uno de los ex preso políticos que decidió resguardar su identidad, denunció que la policía Nacional continúa realizando detenciones de manifestantes, y acosando a quienes ya fueron puestos en libertad. “La verdad es que la Policía, ya es mucho, continúa asediándonos, continúan vigilándonos en nuestras casas. La verdad es que pedimos que ya nos dejen en libertad, y que todos podamos manifestarnos”, expresó.
“¡Viva Nicaragua libre!”, “Eran estudiantes no eran delincuentes!” o “¡Alerta, Managua esta despierta!” eran parte de las consignas que los manifestantes, que solo lograron gritar por unos minutos antes de que las autoridades se hicieran presente al lugar.
Pese a estas denuncias, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha dado carpetazo final al proceso de libertad de los considerados presos políticos. Los agentes policiales se retiraron horas después de las cercanías del organismo defensor de Derechos Humanos, sin reportar detenciones.