El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitó un centro de detención de migrantes abarrotado y maloliente en Texas el viernes, donde cerca de 400 hombres son retenidos luego de ser acusados de cruzar la frontera de Estados Unidos ilegalmente.
Unos 384 hombres solteros se encontraban detenidos detrás de cercas de metal dentro de la sofocante instalación en McAllen, según una reportera representante de los medios que acompañó al vicepresidente y legisladores que realizaron la visita.
Los hombres no tenían colchonetas o almohadas y algunos dormían en el piso de concreto.
Las jaulas de metal y alambre donde los hombres se encontraban estaban tan llenas, según la periodista, que habría sido imposible que todos los hombres se acostaran al mismo tiempo.
Algunos de los hombres dijeron que habían estado allí durante 40 días o más, tenían hambre y querían lavarse los dientes. Algunos agentes que los custodiaban llevaban mascarillas.
Había agua estaba disponible pero fuera de las jaulas, dijo la reportera, citando a agentes que dijeron que los hombres tenían acceso al agua cuando los periodistas no estaban presentes.
Después de visitar las instalaciones, Pence dijo en una conferencia de prensa que no estaba sorprendido por lo que vio.
"Sabía que veríamos un sistema que estaba abrumado", dijo Pence a los periodistas. "Esto es algo difícil".
Un agente de patrulla, Michael Banks, dijo que los hombres podían lavarse los dientes una vez al día. "Actualmente tenemos 88,000 cepillos de dientes", afirmó.
Muchos de los hombres no se habían duchado durante 10 a 20 días porque las instalaciones no tenían duchas previamente, según Banks, quien dijo que ahora tenían un remolque con ducha. Banks dijo que lo más largo que un hombre ha estado en la instalación son 32 días.
Los hombres reciben tres comidas calientes al día de restaurantes locales, pero no pueden tener catres para dormir porque no hay suficiente espacio para ellos.
Otras 275 mujeres estaban detenidas en carpas del ejército reutilizadas, dijo la periodista.
Pence dijo que el centro en McAllen era un "excelente ejemplo" de por qué Estados Unidos debe asegurar sus fronteras.
"La instalación está superpoblada y nuestro sistema está sobrecargado. Es hora de que los demócratas en el Congreso den un paso al frente, hagan su trabajo y terminen esta crisis", escribió el vicepresidente en Twitter.
El presidente Donald Trump, un republicano, ha tomado medidas enérgicas contra la inmigración ilegal como una pieza central de su gobierno, que está tratando de lidiar con un aumento de familias en su mayoría centroamericanas que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
Pence también vio una instalación separada para familias, dividida en cuartos para albergar a mujeres con hijos, hombres con hijos, menores no acompañados y unidades familiares completas.
En el interior, los migrantes yacían en mantas de papel de aluminio y algunos niños miraban televisión. Dos de los niños dijeron que habían caminado durante dos o tres meses antes de llegar a las instalaciones.
