El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta este martes dos votaciones cruciales en el Parlamento que pudieran decidir si puede cumplir con su promesa de sacar al Reino Unido de la Unión Europea antes del 31 de octubre.
Legisladores de diferentes partidos tenían previsto poner trabas a los planes de Johnson de que la Cámara de los Comunes apruebe en un plazo de tres días su acuerdo de salida del bloque europeo.
El acuerdo pasará dos votaciones el martes. Primero se pedirá a los legisladores que lo aprueben en principio, y después se votará el calendario de debates y posibles enmiendas al texto propuesto por el gobierno.
Aunque el Parlamento está dividido en cuanto a cuándo, cómo e incluso si el divorcio debe suceder, muchos analistas creen que la ley terminará aprobándose.
El peligro es que los legisladores podrían rechazar el calendario de tres días alegando que no da tiempo suficiente para examinar el documento de 115 páginas, que establece los términos de la salida británica de la Unión Europea.
Algunos legisladores partidarios del acuerdo de divorcio dijeron que votarían contra el breve plazo para aprobarlo.
Johnson fue forzado por sus oponentes a pedir a la Unión Europea un retraso que él prometió que nunca buscaría, y ahora está luchando para que el proyecto de ley pase con éxito por el Parlamento para cumplir el corto plazo de nueve días.
El portavoz del primer ministro dijo que si el Parlamento rechaza el calendario legislativo, aumentará la probabilidad de una salida de la Unión Europea sin acuerdo, que es lo que muchos temen.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, indicó que los líderes de la Unión Europea “decidirán en los próximos días” si conceden a Gran Bretaña otra prórroga en el plazo para abandonar el bloque, pero señaló que la decisión dependía de los acontecimientos en Londres.
Tusk señaló que la decisión de prorrogar el Brexit tres meses a partir del 31 de octubre, “dependerá mucho de lo que decida o no decida el Parlamento británico”.