El primer ministro griego, Giorgos Papandreou, espera obtener el respaldo del Parlamento ante el voto de confianza que se ha planteado sobre su gobierno que debe enfrentar una impopular medida de recortes económicos para cubrir los requisitos que le permitan recibir la ayuda internacional.
Papandreou debe afrontar el doble desafío primero para seguir gobernando, y segundo para aprobar rápidamente un programa de reducción de gastos y aumentos tributarios que evite a Grecia declarar la bancarrota y le permita pagar su deuda.
Los ministros de finanzas de la eurozona exigen a Grecia que aplique más reformas económicas si quiere recibir la próxima entrega de $17 mil millones de dólares como parte del programa de rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Pero estos nuevos reclamos de austeridad le han costado a Grecia semanas de protestas y huelgas frente al Parlamento, como la recién convocada por el sindicato de la administración pública Adedy.
Varios centenares de funcionarios de empresas públicas de armas también protestaron al mediodía contra las privatizaciones, según informan las agencias.
Mientras tanto, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, propuso este martes desbloquear fondos del presupuesto de la Unión Europea (UE) para Grecia, que podrían elevarse a $1.437 millones de dólares.
