El euro caía ante las expectativas de lo que pueda pasar enlos mercados con la votación de los nuevos planes de austeridad de Grecia en los próximos días. Los inversionistas se muestras escépticos sobre el pago de sus deudas incluso si se aprueban los recortes.
Un día antes, los bancos franceses, entre los más expuestos a la crisis de deuda en Grecia, refinanciarán los bonos de deuda griegos como parte de un plan paneuropeo para evitar una reestructuración de la deuda soberana.
Una nueva huelga de trabajadores castigará al país durante las próximas 48 horas, mientras en el Parlamento los legisladores debaten la nueva ronda de medidas de austeridad.
Los banqueros alemanes manifestaron su interés en el "modelo francés" durante la reunión de banqueros internacionales con los encargados de las políticas de la zona euro en Roma.
Mientras tanto, el gobierno griego continúa presionando para obtener un respaldo parlamentario a sus nuevas medidas de austeridad la próxima semana y lograr así los créditos internacionales que precisa para no caer en bancarrota.
Sin embargo, el viceprimer ministro griego, Theodor Pangalos, advirtió que el gobierno podría tener problemas para aprobar algunas reformas fiscales específicas, según dijo en una entrevista publicada en el periódico El Mundo.
El Parlamento griego someterá a votación la próxima semana una serie de medidas que incluyen $9.200 millones de dólares en medidas extra de austeridad para este año y un ahorro de $31.200 millones de dólares para el periodo 2012-2015 a fin de reducir el déficit y continuar contando con la ayuda de la UE y el FMI.
Voto de confianza
El primer ministro griego George Papandreou sobrevivió a un voto de confianza, la semana asada, haciendo más probable la aprobación de controversiales reformas económicas.
El primer ministro griego, George Papandreou, está presionando para que se aprueben las impopulares medidas de austeridad que precisa para la obtención de fondos de rescate internacional que evitarán al país que entre en quiebra.
Una multitud se concentra de nuevo en la plaza frente al Parlamento. La policía antidisturbios utilizó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se desprendían de la manifestación principal.
Muchos griegos dijeron que, aunque entiende la necesidad de conseguir mantener la deuda pública bajo control, sienten que el gobierno, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional no lo están haciendo de la manera correcta.
El gobierno de Grecia buscará aprobar un nuevo paquete de austeridad que le exigen la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), como contraparte a la concesión de nuevos créditos para poder combatir la intensa crisis económica que de otra forma podría llevar al país a declarar la bancarrota.
Ganar la moción de confianza en el Parlamento supone eliminar el mayor obstáculo del gobierno para librar la batalla que evite la primera cesación de pagos de deuda soberana en la zona euro.
El remodelado gabinete del primer ministro George Papandreou quiere lograr la aprobación parlamentaria para un paquete de recorte de gastos, subidas de impuestos y ventas de activos estatales antes del 28 de junio y ponerlo en marcha el 3 de julio para garantizarse los $17.260 millones de dólares en ayuda.
Este sí a Papandreu responde a la presión a la que está sometida Grecia, después de recibir un ultimátum europeo para conceder el crédito al país mediterráneo, al que exige un nuevo plan de austeridad de cinco años, más duro que el anterior.
De no recibir la ayuda, el escenario que pronostican los economistas sería el del impago, que vence el próximo mes, lo que tendría serias repercusiones en el mercado global.
Tras la aprobación del voto de confianza la cámara, las manifestaciones a las puertas del Parlamento, en la plaza Sintagma, comenzaban a dispersarse después de algunos altercados con la policía.