El papa Francisco ha pedido a los feligreses que oren por la cumbre sobre abusos sexuales a realizarse esta semana en el Vaticano y ha calificado al abuso de “desafío urgente de nuestra época”.
El pontífice convocó a los obispos a Roma para elaborar una hoja de ruta hacia adelante tras décadas de abusos cometidos por sacerdotes y prelados y encubiertos por sus superiores. Los escándalos han erosionado la confianza de los católicos en el Vaticano y los obispos.
Francisco dijo el domingo a los peregrinos y otros visitantes en la Plaza de San Pedro que a partir del jueves los titulares de las conferencias de obispos del mundo analizarán la “protección de los menores en la iglesia”.
“Invito a orar por esta cita, que yo deseaba como acto de fuerte responsabilidad pastoral de cara a un desafío urgente de nuestra época”.
Arzobispo McCarrick, separado del sacerdocio
El sábado, el excardenal Theodore McCarrick fue declarado culpable por el Vaticano de abuso sexual y separado del sacerdocio, mientras aumentaban los pedidos para que el Papa Francisco revelara lo que sabía sobre el comportamiento sexual depredador aparentemente de décadas del una vez poderoso prelado estadounidense.
El anuncio, el sábado, emitido en un lenguaje inusualmente contundente para el Vaticano, significó que McCarrick, el antiguo arzobispo de Washington, de 88 años de edad, se convierte en el miembro de la iglesia de más alto rango y el primer cardenal castigado con el despido del estado clerical.
La próxima semana, el pontífice encabeza una cumbre de obispos de todo el mundo que han sido convocados a Roma para ayudarlo a lidiar con los problemas arraigados del abuso sexual clerical y los encubrimientos sistemáticos de la jerarquía de la iglesia católica