El papa Francisco fue ovacionado como una estrella de rock en el Madison Square Garden de Nueva York, donde celebró una histórica misa para unos 20.000 fieles, con la que puso fin a su segundo día de visita a la Ciudad y a la segunda etapa de su gira por Estados Unidos.
En su homilía, el papa latinoamericano se enfocó en la vida en las grandes ciudades pobladas por muchos ciudadanos "olvidados o de segunda clase", como los llamó.
"Ellos son extranjeros, los niños que no van a la escuela, los que no tienen seguro médico, los desposeídos, los ancianos olvidados. Esas personas están en las esquinas de nuestras grandes avenidas, en nuestras calles, en la sorda anonimidad", dijo el Papa.
Antes de la misa y mientras esperaban al Pontífice hubo un concierto para los fieles en el Madison Square Garden, en el que participaron artistas como Jennifer Hudson y Gloria Estefan.
El Papa entretanto, era saludado con cantos por niños de una escuela primaria religiosa, de un vecindario mayormente hispano y de familias negras en East Harlem.
El Pontífice conversó con algunos niños, admiró sus proyectos y les dijo que la escuela puede llegar a ser un segundo hogar. También mencionó al Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King, para instar a los estudiantes a soñar.
"Él dijo un día 'tengo un sueño'. Él soñó que muchos niños, muchas personas tuvieran igualdad de oportunidades. Él soñó que muchos niños como ustedes tuvieran acceso a la educación. Es hermoso tener sueños y poder luchar por ellos", les dijo.
Luego de su visita a la escuela Our Lady Queen of Angels, el papa de 78 años, cruzó en su papamovil el Parque Central de Nueva York, de camino al Madison Square Garden, para celebrar misa.
Se calcula que unas 80.000 personas se congregaron a lo largo de la ruta que el Papa recorrió con su papamóvil en el parque.
Francisco viajará a Filadelfia para la tercera y última etapa de su viaje, donde el sábado y el domingo, se reunirá con familias católicas, visitará una prisión y celebrará otra misal campal.