El papa Francisco oró por las víctimas de los ataques del 11 de Septiembre de 2001, sus familias y los socorristas que acudieron a ayudar luego del desastre, durante un Servicio Inter-religioso en el Museo Memorial que se levanta en el lugar donde estuvieron las Torres Gemelas de Nueva York.
“Este lugar de muerte se convirtió en un lugar de vida también, un lugar donde se salvaron vidas, un himno al triunfo de la vida sobre los profetas de la destrucción y la muerte, del bien sobre el mal, de la reconciliación y la unidad sobre el odio y la división”, afirmó.
Francisco rezó por la paz eterna de las casi 3.000 personas que perdieron la vida en los ataques en Nueva York, el Pentágono y Pensilvania, y por la sanación de sus familiares.
El Papa pidió a Dios que traiga la “paz a nuestro mundo violento” y para que “vuelvan a Su manera de amar” aquellos que justifican los crímenes en nombre de la religión.
Al servicio asistieron más de 400 representantes de grupos religiosos y sus líderes, quienes también hablaron sobre la necesidad de paz y ofrecieron oraciones.
En su honor, el papa Francisco dijo: “Confío en que nuestra presencia juntos será una poderosa señal de nuestro deseo compartido de ser una fuerza para la reconciliación, la paz, y la justicia, en esta comunidad y en todo el mundo. Pese a todas nuestras diferencias y desacuerdos, podemos vivir en un mundo de paz.”
El Papa recorrió el Museo Memorial antes de ofrecer su oración y luego de pronunciar un discurso en las Naciones Unidas, y se reunió algunos familiares de víctimas de los ataques del 9 de septiembre de 2001.
El Pontífice tiene planeado el viernes por la tarde visitar la escuela Our Lady Queen of the Angels en East Harlem, un área de viviendas públicas mayormente hispana.
Posteriormente, de camino a una misa que pronunciará en el Madison Square Garden, cruzará en el papamóvil el Central Park, donde se espera que se reúnan unas 80.000 personas para verlo. Se estima que unas 18.000 personas asistirán a la misa papal.