El diario “El Nuevo País” se convirtió en el último objetivo del gobierno de Venezuela.
El rotativo ha visto afectada sus operaciones después de que fuera ordenada la expropiación de unas de las imprentas y de que funcionarios de Fundacaracas, una dependencia de la Alcaldía de Libertador, tomaran el galpón donde se encuentra la maquinaria de impresión.
La medida, destinada a alojar a seis familia damnificadas por las lluvias, se produce después de que el diario “El Nuevo País”, publicara una serie de reportajes denunciando la presencia de bases militares iraníes en territorio venezolano.
El gobierno de Venezuela a través de su vicepresidente, Elías Jaua, negó "categóricamente" que se estén construyendo bases militares de Irán en su país. La noticia había sido publicada originalmente por el diario alemán Die Welt, y tuvo inmediata repercusión regional e internacional.
La medida contra el diario venezolano que realizó el seguimiento de la noticias, se efectivizó por la fuerza según destacó el editor de “El Nuevo País”, Rafael Poleo. De acuerdo con su testimonio, funcionarios del gobierno con acompañamiento policial rompieron los candados que mantenían cerrado el depósito ocupado, donde se preparaba la impresión del diario para su publicación este jueves.
El periodista venezolano consideró como una extraña casualidad que la medida se haya producido justo después de la publicación de los reportajes sobre las bases iraníes.
Mientras tanto, la Mesa de Unidad Democrática de Venezuela, a través de su secretario ejecutivo, Ramón Aveledo, expresó el repudio por la medida de la Alcaldía de Caracas y lo definió como “un atentado contra la libertad de expresión”.