La Guerra de los Seis Días plantea varios antecedentes, pero hay coincidencia en señalar que fue provocada por la orden del presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, de expulsar a la Fuerza de Emergencia de Naciones Unidas (ONU) de la península del Sinaí, donde había estado desde la invasión británica, francesa e israelí hacía 10 años.
Con la paz, las tropas de la ONU se retiraron, y Egipto avanzó con sus tanques y soldados a la frontera israelí, y cerró los estrechos de Tirán a todos los barcos de banderas israelí.
Israel respondió con un movimiento similar, hasta que el 5 de junio lanzó un ataque preventivo contra Egipto.
Jordania y Siria se posicionaron del lado de Egipto y se unieron a las tropas de Irak, Arabia Saudita, Sudán, Marruecos, Argelia y Túnez.
Pero al final de la rápida guerra, Israel había obtenido una victoria decisiva con el control de la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, el este e Jerusalén y los Altos del Golán, cambiando la realidad geopolítica que había existido hasta entonces.
Una perspectiva occidental
Las falsas ideas y algunas acciones temerarias condujeron al conflicto, señala el periodista británico Ian Williams.
"La guerra de 1967 consolidó la idea de Israel como el David frente al Goliat del mundo árabe", explicaba Williams tiempo atrás, durante una participación en el programa Club Internacional de Prensa de la Voz de América, con la presentadora Judith Latham.
"Historiadores israelíes ahora admiten que no existía ninguna amenaza real de los egipcios que no estaban en condiciones de montar un ataque", añade Williams. "La fanfarronería y bravuconadas del presidente egipcio Nasser dio a los israelíes una oportunidad para un ataque preventivo".
Williams recordaba una entrevista que hizo con un General egipcio en El Cairo. El militar recordaba entonces la experiencia de estar a cargo de un puesto en las cercanías del Canal de Suez. "Estaba sentado en mi oficina escuchando noticias en la radio sobre nuestra gran victoria, cuando vi un grupo de gente que venía corriendo" decía el General. "Cuando salimos a su encuentro, eran nuestros soldados victoriosos que huían despavoridos del frente de batalla".
En la oportunidad Williams le preguntó al militar sobre la decisión del presidente Nasser tras la retirada a las fuerzas Naciones Unidas del límite entre el Sinaí y Gaza e Israel.
"Nasser tenía todo el derecho de hacerlo, pero hacerlo fue una estupidez, porque eso siignifica que ya no había el más mínimo obstáculo para que los israelíes atacaran", decía el militar.
"Una vez que la aviación israelí eliminió a los aviones de la Fuerza Aérea de Egipto mientras estaban en tierra" dijo el General, "ya nunca hubo una oportunidad real para Egipto, Siria, Jordania, y sus aliados árabes recuperarse del ataque de Israel."
Una perspectiva israelí
Hasta ahora los árabes y muchas comunidades musulmanas de todo el mundo ven las consecuencias de la Guerra de los Seis Días como catastrófica.
Sin embargo, según decía el periodista israelí Nathan Guttman, del Jewish Daily Forward, muchos israelíes ven aquellos eventos con menos emotividad. "Muchos nacieron dentro del Gran Israel" dice Gutman. Para muchos la guerra es sólo "un hecho". En su opinión, los israelíes están más interesados en cómo resolver el dilema actual que en lo que condujo a este momento.
La política más divisoria es la de asentamientos en los territorios ocupados. Al menos 250.000 judios viven en asentamientos situados en territorios ocupados en la guerra de 1967.
Más de 50 puestos de avanzada han sido erigidos desde marzo de 2001 y más de 100 son lo que existen actualmente. Muchos en la comunidad internacional, iincluyendo el Consejo de Seguridad de la ONU como la Corte Internacional de Justicia, consideran los asentamientos ilegales.
Obama también dejo claro que debe detenerse el desarrollo de asentamientos, al igual que lo hizo el ex presidente George W. Bush, hasta obtener una promesa del primer ministro Ariel Sharon para desmantelarlos en 2003. Pero esa promesa no se ha materializado.
Hoy en día, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que los asentamientos establecidos durante la Guerra de los Seis Días tienen el derecho a existir y crecer.
Una perspectiva palestina
Para los palestinos, la ocupación israelí de los territorios ganados en la Guerra de los Seis Días es un completo desastre, según la periodista árabe Nadia Bilbassy, de la Middle East Broadcasting Center.
"No era sólo el desplazamiento del pueblo palestino desde 1948 en adelante, sino también perder nuevo territorio - la Ribera Occidental y Gaza, las Alturas del Golán y el Sinaí," dice Bilbassy. "La gente se convirtió en refugiada por segunda vez".
Ahhora, el presidente Obama presiona a Netanyahu por la creación de un Estado palestino para aliviar el conflicto.