La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Ileana Ros-Lehtinen, dijo estar complacida con el apoyo expresado por el presidente Barack Obama al avance de la democracia en el Medio Oriente pero puso objeciones a su discurso de este jueves.
Ros-Lehtinen señaló que no escuchó de ningún plan de la Casa Blanca para hacer cumplir con vigor las sanciones existentes a fin de ejercer la mayor presión posible sobre los regímenes en Siria y en Irán.
La influyente congresista republicana dijo sentirse igualmente decepcionada de que Obama no haya pedido a los líderes palestinos reconocer el derecho de Israel a la existencia de un estado judío y en lugar de ello presionó a los israelíes a “hacer concesiones en sus fronteras”.
Con respecto a la decisión de Obama de perdonar las deuda de $1.000 millones de dólares de Egipto con EE.UU., dijo que Washington sólo debe proporcionar ayuda a ese país después de asegurarse de que “el nuevo gobierno egipcio no incluirá a la Hermandad Musulmana y que será democrático”.
También señaló que después de que los estadounidenses han estado involucrados casi 60 días en las operaciones en Libia, “no tenemos mayor claridad sobre nuestra prioridades, objetivos, y la prevista extensión de nuestro compromiso” en ese país.
Por su parte, el congresista demócrata por Nueva York Eliot Engel, también miembro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo que aunque Obama envió “fuertes y positivas señales” de que EE.UU estará del lado de la libertad en el mundo árabe, el presidente también omitió varios temas.
Engel dijo no saber por qué Obama pasó por alto las tres condiciones establecidas desde 2006 por Estados Unidos, las Naciones Unidas, la Unión Europea y Rusia en cuanto al tratamiento que debe dársele al grupo radical islámico palestino Hamas.
El congresista resaltó que tales condiciones exigen a Hamas reconocer el derecho de existir de los israelíes, renunciar al terrorismo y comprometerse a cumplir todos los acuerdos suscritos por Israel y los palestinos.
Respecto a lo dicho por Obama en su discurso de que las fronteras entre los estados palestino y de Israel deben tomar como base las de 1967, el legislador indicó que tales fronteras no son defendibles y que “no debe hacerse que Israel regrese a ellas”.
Es más, dijo, la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que sienta las bases de cualquier paz futura entre israelíes y palestinos, no exige a Israel que retorne a los límites de 1967 a cambio de la paz.
Cómo vieron el discurso en el Medio Oriente
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que este viernes se reúne en Washington con el presidente Obama, dijo que la visión de EE.UU. sobre las fronteras de 1967 no debe dejar a Israel “indefenso”.
Netanyahu reaccionó al discurso del presidente de EE.UU. afirmando que el estado palestino “no debe ser establecido a expensas de la existencia de Israel”.
El grupo radical islámico Hamas rechazó con desdén las palabras de Obama y declaró que en lugar de “esloganes” EE.UU. debería acometer "actos concretos para proteger los derechos de los palestinos y de la nación árabe".
Hassan Nafaa, jefe del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo, reprochó a Obama no haber mencionado a los estados árabes del Golfo y aliados de EE.UU. “Aunque no haya revueltas allí eso no significa que no debía hablar de democracia en esos países”, dijo.
De acuerdo con Shadi Hamid, director de investigaciones del Brookings Center en Doha, capital de Qatar, el discurso del presidente de EE.UU. “no le gustará mucho ni a los líderes ni a los reformistas árabes. Ese es su estilo: tratar de apelar a todo el mundo para terminar decepcionando a todos”.
Para un alto miembro de la Hermandad Musulmana en Egipto, Essam Al-Erian, fue “un discurso decepcionante” porque según él no expuso nada nuevo.” La estrategia estadounidense permanece tal cual es”, indicó.
Sin embargo, Ezzedin Choukri-Fhisere, profesor de ciencias políticas de la American University en El Cairo, dijo que el discurso fue más sustancial que el pronunciado por Obama en esa ciudad y dirigido al mundo musulmán en 2009.
“Creo que esta vez (Obama) está planteando una concreta indicación de una política sobre los principales temas que enfrenta el mundo árabe. Esto es nuevo, y de hecho (para EE.UU.) tiene que ver con recuperar el liderazgo”, señaló.