Estados Unidos compareció ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) para someterse a una revisión sobre el cumplimiento de esas garantías.
Esta es la primera vez que Estados Unidos se somete al Examen Periódico Universal que todos los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU deben pasar cada cuatro años.
La ONU criticó el uso de la tortura, a lo que los representantes respondieron que el gobierno estadounidense no apoya esa práctica, y recordó que aprobaron una ley que penaliza la tortura y la discriminación.
Los miembros del Consejo de Derechos Humanos también urgieron a Estados Unidos a abolir la pena de muerte y a ratificar los tratados internacionales de los que no forma parte.
Otro tema recurrente durante la revisión del informe estadounidense fue el de las leyes migratorias, particularmente la de Arizona, que penaliza a las personas indocumentadas y que fue denunciada como discriminatoria.
Especial referencia se hizo también a la prisión de Guantánamo, ante lo que los delegados estadounidenses argumentaron que el presidente Barack Obama mantiene el compromiso de cerrarla.
“Sin embargo, la tarea es muy compleja y el presidente Obama no puede cumplirla solo. La medida involucra a nuestros aliados, a los tribunales y al Congreso, que ha legislado restricciones sobre las transferencias de Guantánamo”, explicó Harold Kohs, asesor legal del Departamento de Estado.
En este sentido, destacó que el número de detenidos en esa prisión ha disminuido de 242 a 174 durante la presente administración.
Esther Brimmer, secretaria de Estado adjunta afirmó que en las políticas estadounidenses no hay zonas fuera de la ley y que si bien Estados Unidos participa en conflictos armados, se guía por las leyes de la guerra.