Los miembros del Senado estadounidense fueron informados por el líder la mayoría Mitch McConnell que una votación sobre el rechazo y reemplazo de la ley de salud conocida como Obamacare, no se realizará en la Cámara de Representantes antes del lunes, informó a los medios un asesor senior del Senado.
Se esperaba que la votación sobre la controversial medida propuesta por los republicanos ocurriera este jueves, aunque muchos medios y observadores habían asegurado que no había votos suficientes para su aprobación.
Sin embargo, Reuters y CNN citan a otros asistentes legislativos, no identificados, indicando que los líderes de la Cámara Baja podrían programar una votación sobre la propuesta ley de salud republicana el viernes temprano en la mañana y que solo se aplazó la acción "para no tener que votar a las 2 de la madrugada".
La Casa Blanca aseguró que la votación se realizará con seguridad el viernes por la mañana.
Los republicanos de la Cámara de Representantes tienen programado reunirse a puerta cerrada a las 7 de la noche (2300 UTC) para evaluar la situación, dijo un asistente,a Reuters.
El Congreso de Estados Unidos dominado por los republicanos tenía previsto someter a votación este jueves su propuesta para sustituir la ley de salud, que podía sufrir ajustes de última hora ante las demandas de legisladores conservadores.
La Casa Blanca dio señales de estar dispuesta a acomodar los pedidos de la bancada ultraconservadora Freedom Caucus con la esperanza de que la propuesta fuera aprobada el jueves por la noche.
Unos 28 republicanos aún mostraban reticencia a dar su voto. Como se esperaba que ningún demócrata se presente a la votación, los republicanos necesitaban convencer a seis legisladores más para avanzar el proyecto.
El vicepresidente Mike Pence se reunió el miércoles temprano con el Freedom Caucus en el Capitolio. El presidente Trump invitó a 18 de ellos a la Casa Blanca por la noche, pero los esfuerzos, según reportó el Washington Post, solo produjeron un voto conservador más —el de Steve King, representante por Iowa.
Lo que está en juego son los llamados “beneficios esenciales” de Ley de Cuidado de Salud Asequible, que incluyen atención a pacientes externos, servicios de emergencia, hospitalización, embarazo, maternidad y cuidado de recién nacidos, tratamientos de salud mental y por consumo de sustancias, medicamentos que requieren receta médica, rehabilitación, pruebas de laboratorio y diagnóstico, servicios preventivos y de bienestar, y atención pediátrica, que incluye servicios dentales y visuales para niños.
En una carta a los líderes legislativos a principios de este año, organizaciones que representan a cerca de 400.000 médicos dijeron que "a todos los productos de seguros de salud debería requerírseles que cubran los beneficios esenciales respaldados en evidencia" en cualquier nueva legislación de salud.
La carta fue firmada por la Academia Estadounidense de Médicos Familiares, la Academia Estadounidense de Pediatría, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, y el Colegio Estadounidense de Médicos. Muchas otras organizaciones han asumido una postura similar.
Los beneficios requeridos son considerados especialmente importantes para las mujeres, dado que en la actualidad el control natal y otros servicios rutinarios de salud para mujeres son cubiertos sin cargos para las pacientes.
Los republicanos sopesan formas para reducir esos beneficios, pero al socavarlos probablemente detonarán una reacción negativa de parte de grupos de pacientes.
Es también una propuesta delicada, porque seguramente los demócratas desafiarán tal medida como fuera de los límites bajo reglas presupuestarias especiales que permitirían que el proyecto de ley de salud del Partido Republicano sea aprobado en el Senado con tan solo 51 votos. Hasta ahora, el requisito de beneficios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible no había sido considerado un problema presupuestario.
Si los republicanos no consiguen los votos en esta crucial prueba, la capacidad de gobernar del presidente Trump podría verse deteriorada de cara al futuro, pues todavía quedan otros obstáculos legislativos importantes por superar como la aprobación de las inversiones en infraestructura, la reforma al código impositivo y la inmigración.