El presidente Barack Obama rechazó que el Islam sea denigrado como religión pero dijo que no hay excusa para que las embajadas de EE.UU. sean atacadas y que no tolerará que se cause daño a los estadounidenses.
En su mensaje semanal de los sábados, Obama se refirió a las airadas protestas que se han diseminado por los países musulmanes en respuesta a un video que insulta al profeta Mahoma, y señaló que “ha dejado claro que EE.UU. siente profundo respeto por todos los pueblos y religiones”.
Pero dijo que no hay ninguna justificación para la violencia y que su mensaje al mundo es claro y firme: “aquellos que ataquen a nuestra gente no podrán evadir la justicia. No vacilaremos en perseguirlos. Y jamás permitiremos que nadie estremezca la resolución de los Estados Unidos de América”.
Un día después de haber presidido una solemne ceremonia en la base aérea de Andrews, en Maryland, durante el recibimiento de los restos de las cuatro víctimas del ataque en Bengasi, Libia, entre ellos los del embajador Christopher Stevens, Obama subrayó que EE.UU. "no tolerará nunca los esfuerzos por hacer daño a los estadounidenses".
Tras la propagación de los actos de violencia contra Washington en Oriente Medio y otras zonas del mundo donde se profesa la fe islámica, el Pentágono dispuso el envío de infantes de marina para reforzar la seguridad en las embajadas estadounidenses en Sudán, después de haber hecho lo mismo en Libia y Yemen.
En su mensaje, el presidente reconoció que las imágenes que llegan de esos países son “inquietantes”, pero llamó a no olvidar que “por cada turba iracunda, hay millones de personas que aspiran a la libertad y la dignidad, y la esperanza que representa nuestra bandera”.
En su mensaje semanal de los sábados, Obama se refirió a las airadas protestas que se han diseminado por los países musulmanes en respuesta a un video que insulta al profeta Mahoma, y señaló que “ha dejado claro que EE.UU. siente profundo respeto por todos los pueblos y religiones”.
Pero dijo que no hay ninguna justificación para la violencia y que su mensaje al mundo es claro y firme: “aquellos que ataquen a nuestra gente no podrán evadir la justicia. No vacilaremos en perseguirlos. Y jamás permitiremos que nadie estremezca la resolución de los Estados Unidos de América”.
Un día después de haber presidido una solemne ceremonia en la base aérea de Andrews, en Maryland, durante el recibimiento de los restos de las cuatro víctimas del ataque en Bengasi, Libia, entre ellos los del embajador Christopher Stevens, Obama subrayó que EE.UU. "no tolerará nunca los esfuerzos por hacer daño a los estadounidenses".
Tras la propagación de los actos de violencia contra Washington en Oriente Medio y otras zonas del mundo donde se profesa la fe islámica, el Pentágono dispuso el envío de infantes de marina para reforzar la seguridad en las embajadas estadounidenses en Sudán, después de haber hecho lo mismo en Libia y Yemen.
En su mensaje, el presidente reconoció que las imágenes que llegan de esos países son “inquietantes”, pero llamó a no olvidar que “por cada turba iracunda, hay millones de personas que aspiran a la libertad y la dignidad, y la esperanza que representa nuestra bandera”.