El presidente Barack Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, participaron en una emotiva ceremonia en la Base Aérea Andrews, en Maryland, para recibir los restos de las víctimas del ataque al consulado estadounidense en Bengasi, Libia.
Uno a uno fueron bajados los féretros de las cuatro víctimas por miembros de las fuerzas armadas, para luego dar inicio a los discursos de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y del presidente Barack Obama, quienes rindieron honores a los cuatro diplomáricos y se unieron al dolor de las familias.
La primera en hablar fue Clinton, quien mencionó el extraordinario trabajo y el valor demostrado por estos cuatro “héroes” estadounidenses, quienes dieron sus vidas por salvaguardar la soberanía y la seguridad de sus compañeros de trabajo y del país, dijo.
Clinton exaltó la valentía y el coraje del embajador estadounidense en Libia, Christhoper Stevens, quien fue asesinado mientras trataba de alertar a otros diplomáticos del ataque ocurrido el martes en la sede diplomática en Bengasi, Libia.
Posteriormente el presidente Barack Obama mencionó durante su discurso que se hará todo lo necesario para garantizar la seguridad de los estadounidenses y que se buscará hacer justicia tras la muerte de los cuatro diplomáticos.
"La justicia llega para aquellos que dañen a los estadounidenses", señaló, y prometió que el país “se mantendrá firme ante la violencia en nuestras misiones diplomáticas”.
Uno a uno fueron bajados los féretros de las cuatro víctimas por miembros de las fuerzas armadas, para luego dar inicio a los discursos de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y del presidente Barack Obama, quienes rindieron honores a los cuatro diplomáricos y se unieron al dolor de las familias.
La primera en hablar fue Clinton, quien mencionó el extraordinario trabajo y el valor demostrado por estos cuatro “héroes” estadounidenses, quienes dieron sus vidas por salvaguardar la soberanía y la seguridad de sus compañeros de trabajo y del país, dijo.
Clinton exaltó la valentía y el coraje del embajador estadounidense en Libia, Christhoper Stevens, quien fue asesinado mientras trataba de alertar a otros diplomáticos del ataque ocurrido el martes en la sede diplomática en Bengasi, Libia.
Posteriormente el presidente Barack Obama mencionó durante su discurso que se hará todo lo necesario para garantizar la seguridad de los estadounidenses y que se buscará hacer justicia tras la muerte de los cuatro diplomáticos.
"La justicia llega para aquellos que dañen a los estadounidenses", señaló, y prometió que el país “se mantendrá firme ante la violencia en nuestras misiones diplomáticas”.
