El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, encabeza en Durham, en el estado de Carolina del Norte, la reunión de su Consejo Laboral (Jobs Council), donde discuten “medidas adicionales que podemos tomar para propiciar la contratación en el sector privado a corto plazo”, tal como adelantó el mandatario antes del encuentro.
En la reunión también estará en discusión la reducir de los obstáculos para áreas del sector privado como la industria, la construcción, la salud pública y el turismo, adelantó Jeff Immelt, presidente ejecutivo de General Electric y jefe del consejo para el empleo y la competitividad del presidente Obama.
Tras la apertura del evento, el presidente recibió un informe de representantes de los sindicatos agrícolas, donde se destacó la generación de empleo en el sector, que alcanza a 2 millones de estadounidenses, dijeron los dirigentes gremial.
El presidente Obama destacó, al respecto, que "los Tratados de Libres Comercio (TLC) con Corea del Sur, Colombia y Panamá, en los que estamos trabajando, van en la dirección de crear oportunidades para el sector agrícola de Estados Unidos".
La referencia explícita del presidente Obama a los TLC, reafirman la idea de que el camino se ha acortado para que las iniciativas negociadas con Colombia y Panamá sean remitidas por la Casa Blanca al Congreso.
También el tema de la inmigración emergió durante el debate, a lo que el presidente Obama respondió que es un tema que Estados Unidos deberá resolver, pero a la vez recordó que muchas veces se repite que los inmigrante ocupan trabajos que los estadounidenses podrían realizar.
El mandatario recordó que "cuando un inmigrante llega y genera su propia empresa e invierte, está generando empleos", lo cual se aplica también "cuando posee talentos que hacen falta en Estados Unidos, porque ayuda a mantener a las empresas operando en el país".
La Casa Blanca y el Congreso, controlado por la oposición republicana, discuten varios aspectos vinculados con la economía, donde se destaca en particular el aumento del límite de la deuda de Estados Unidos, que los congresistas han supeditado a un recorte del gasto público, lo que dejaría al gobierno casi sin posibilidades de inversión en el mercado de trabajo.