El presidente Barack Obama expresó sus condolencias a los padres de Jaime Zapata, el agente de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, que fue asesinado en México.
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El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el mandatario llamó por teléfono a los padres del agente Zapata. “El presidente les dijo que no hay palabras para expresar la tristeza de la pérdida de un ser querido”, señaló Carney.
También el vocero presidencial dijo que el mandatario les dijo a los padres del agente fallecido, que “su hijo sirvió admirablemente a nuestro país y que toda la nación estaba agradecida por su abnegado servicio, y contribuciones a la patria””.
La agencia de inmigración de Estados Unidos, conocida por sus siglas en inglés, ICE, informó que Zapata murió y otro agente resultó herido cuando viajaba entre Ciudad de México y la norteña ciudad de Monterrey, en el departamento de San Luis Potosí.
Las autoridades mexicanas dicen que los agentes fueron detenidos en lo que parecía ser un punto de control militar. Sin embargo, el ejército mexicano no tenía controles en el área y por lo que se cree que el ataque fue obra de narcotraficantes.
La Secretaria de Seguridad del Territorio Nacional, Janet Napolitano y el Secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder anunciaron la creación de una fuerza conjunta con sus contrapartes en México para investigar el caso.
La secretaria Napolitano habló con su par mexicano Fernando Blake Mora, y dijo que la violencia contra los agentes estadounidenses en México representan un ataque contra todos los agentes federales y no serán tolerados por ninguno de los dos países.
